Última producción de la actriz mexicana

Alejandra Gollas abre el 14 Cine del Mar con “Love is not love”

“En México comencé a audicionar para el cine, para participaciones pequeñas, que no tenían que ver con el tamaño de roles que había tenido en televisión o teatro, pero que me permitieron sentir la responsabilidad del cine y cómo captura todo”, dice a EscribiendoCine.

Alejandra Gollas abre el 14 Cine del Mar con  “Love is not love”
Alejandra Gollas
Alejandra Gollas
miércoles 07 de julio de 2021

Recordada por su interpretación en la telenovela Quinceañera, que la impulsó meteóricamente en su país de origen, México, Alejandra Gollas tomó la valiente decisión de dejar la fama de sus papis para comenzar nuevamente en Estados Unidos, con muchos obstáculos, pero con la convicción que su pasión es más fuerte que todo. Junto a Sthepen Kep Mills coprotagoniza la comedia romántica/dramática de corte independiente Love is not love (2020), que abre el 14 Cine del Mar de Punta del Este, que se puede seguir online a través de su canal de YouTube.

Trabajás como actriz desde muy pequeña ¿cuándo elegiste de nuevo la profesión?
Empecé desde muy pequeña, a los cinco años, en un comercial, y siempre tuve una relación muy intensa con la actuación, de hecho, tras esa publicidad, que tenía cuestiones muy complicadas, de horas, yo me porté muy bien y al finalizar, luego de escuchar al director, mi madre me preguntó qué quería hacer y le dije que quería ir a mi casa, porque había sido muy responsable y conteniendo todo. Y eso resume mi relación con la profesión, pasión que tengo desde pequeña, me encantó estar en el set, transmitiendo, pero sabiendo la inmensa responsabilidad y disciplina que requiere una carrera así. Vengo de una familia muy académica, terminé la escuela, fui a la universidad, estudié psicología, nunca me alejé de la actuación, y claro que hubo momentos de mayor demanda, como cuando hacía telenovelas, pero sé que al finalizar la carrera de psicología y me conecté con el cine ahí volví a decidir seguir en el camino.

Tras la inmensa exposición que tuviste, ¿cuándo decidiste tu propio camino en la actuación?
Fue un proceso de vida, en México comencé a audicionar para el cine, para participaciones pequeñas, que no tenían que ver con el tamaño de roles que había tenido en televisión o teatro, pero que me permitieron sentir la responsabilidad del cine y cómo captura todo, y ahí supe que quería hacer cada vez más cine y logrando cada vez personajes más grandes.

Y también cada vez más desafíos, como en Love is not love, en la que hablás en inglés en toda la película… ¿Cómo llegaste al proyecto?
Vengo de una familia bilingüe, mi madre nació en Nueva York, nací y me crie en México, pero ella me hablaba en inglés, y hace unos años decidí abrirme camino en Estados Unidos, y me instalé en Los Ángeles, fue difícil porque no respondo al estereotipo de la latina, y aun siendo un medio que busca la creatividad, encapsula a la gente en cajas, y el estereotipo de la latina no encaja conmigo. Al llegar comencé a audicionar y conocí en un casting a Stephen, e hicimos un corto muy arriesgado, Liminal, y después que al corto le fue tan bien, me escribió el personaje de Reyna a mí, algo diferente a todo lo que hice, porque siempre me daban el rol de la amiga, la rara, nunca la mujer protagónica, o el romance de la película. Es un personaje que implicó muchos retos, el trabajar en otro idioma totalmente, aun conociéndolo, lo es.

¿Es más presión trabajar con un director adelante y detrás de cámaras?
El proceso, porque él tenía tanto encima, es productor, guionista, director, protagonista, fue largo y pudimos ensayar, durante varias semanas, algo que no se hace, tal vez puedas ensayar sola, pero no así, todos los días, y no sólo hubo encuentros con él, sino que luego sumó al director de fotografía, trabajando todas las escenas, por lo que a la hora de llegar al set estaba todo listo, sí había que hacer vívida la escena, pero estaba todo muy marcado.

¿Qué tanto de vos tiene Reyna y qué te llevaste de ella para tu vida?
Parece que es una mujer fuerte, es escort, por su inseguridad de ser aceptada y amada. Está en búsqueda, como los otros personajes, eso que llaman amor, dónde está, y cuando lo encuentras lo reconoces como tal. Viene de un pasado de un esposo que la rechazó, y entró al negocio con la continua necesidad de aceptación del otro, y cree que la encuentra con Frank, pero tampoco se satisface. Ellos se encuentran en un mundo con una falsa concepción de la realidad, y en realidad lo que viven es una fantasía. A todos nos ha pasado y creo que por eso la película es universal, una primera etapa que luego se transforma y necesitas entender esos cambios para continuar. Cuando recibí el guion no me veía en el personaje, la veía inalcanzable, con esa necesidad de ser querida, y mi búsqueda comenzó por ahí, por eso creo que el personaje no es el estereotipo de una escort, y es alguien que al principio se muestra de una manera, donde tiene muy controlado todo, pero luego se sale todo de control, al bajar la guardia por Frank, y no lo puede tolerar emocionalmente. Me exigió encontrarme con una sensualidad de un ser humano que busca amor.

¿Cómo sigue el año de trabajo?
Estoy trabajando con Claudia Cobarrubias en un proyecto sobre la vida reproductiva de las mujeres y cómo eso afecta la vida en parejas, también reflexionando sobre el concepto de maternidad, que en pandemia ha demostrado todo lo que exige. Espero que cuando se acomoden todas las cosas empezar a filmar. Y luego hice con Batán Silva, Compulsion, también hablada en inglés, y esperando que en breve Love is not love llega a una plataforma.

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