La serie brasileña es una de las apuestas regionales de HBO Max

Erom Cordeiro al frente de “Os Ausentes”, un policial distinto

“Las dictaduras latinoamericanas son pasados muy terribles, y está muy presente el tema en mí por películas que lo mostraron, o la historia de las Madres de Plaza de Mayo que es muy dolorosa, y tuve presente esto, porque aquí en Brasil hay personas que extrañan a la dictadura, no puedo creer que quieran eso, es absurdo”, cuenta a EscribiendoCine el actor.

Erom Cordeiro al frente de “Os Ausentes”, un policial distinto
Erom Cordeiro
Erom Cordeiro
miércoles 28 de julio de 2021

Con una vasta trayectoria en cine y televisión, Cordeiro se pone en la piel de Raúl, un investigador privado que posee un pasado doloroso y que empatizando con la búsqueda de personas “ausentes” para la que es contratado, termina por llenar un vacío que cada vez le pesa más.

Te dijeron que ibas a ser el protagonista, pero además que la serie iba a estar dirigida por Caroline Okoshi Fioratti, ¿supiste ahí que iba a haber algo distinto?
Me gustó mucho más que una mujer directora esté al frente de una producción con este universo, es una serie policial, hay acción, violencia, misterio, pero hay mucha humanidad en los personajes, capas y capas de conexión en el dolor de todos, y una sensibilidad construida en ellos que creo que Caroline fue clave para esto. Y lo hizo sin miedo, porque había veces que había escenas muy complicadas de realizar, que hasta yo estudiando el guion pensaba ¿Cómo vamos a hacer esto?, pero llegabas al set y se hacían. La conocía a Caroline de otro trabajo y me sentí muy confortable y con mucha seguridad sabiendo que ella iba a estar delante del proyecto. Creo que es una posición de liderazgo en la que siempre están los hombres. Lo vemos en las premiaciones, en el cine de todo el mundo esto, y debemos hacer que esos lugares sean ocupados por mujeres, para quebrar estereotipos. Si es una película de guerra, misterio o suspenso, siempre son hombres las que las llevan adelante. Caroline es maravillosa.

¿Qué fue lo que se te cruzó por la cabeza al leer tu personaje? Raúl es complejo…
Fue bucear muy profundo, cayendo al vacío que Raúl habita. Es un personaje con el dolor muy presente en su piel, su pasado está siempre delante de sus ojos, su pasado trágico, por eso fue muy complejo hacerlo, pero rápidamente empaticé con él, él ve el dolor del otro, no puede con el suyo, pero ayuda a sanar el dolor del otro, y ese dispositivo emocional de Raúl me dio un piso firme para caminar.

Y además compusieron sus personajes alejándose del glamour tradicional de la televisión ¿ayudó eso a componerlo?
Sí, no se necesitaba el artificio, por eso cuanto más crudo, sudor, menos glamour llegamos a representar la vida, porque la vida no tiene glamour, y los que llegan a buscar ayuda son vidas destrozadas, por eso sería un contrapunto muy peligroso si le hubiésemos puesto glamour, que es algo muy lejano a lo que la serie dramáticamente necesitaba. Este punto fue una indicación de la dirección muy precisa, no estábamos atento a la cámara.

¿Y es fácil volver a otros roles después de trabajar así?
Puede parecer un poco distante o frío, pero hay que encontrar mecanismos en la manera de vivir los personajes para que cuando digan corte te puedas distanciar. Los franceses hablan de juego, no actuar, entonces hay una complicidad entre todos, todos jugamos, con reglas, pero un juego peligroso en el mejor sentido, creo que entrar y salir de los personajes es un mecanismo de protección, porque si vives todos los días un infierno, tenés que salir, más si es algo que no estás acostumbrado a vivir. Esto no quiere decir que no hay entrega y que dejas tu alma ahí, está, tu cuerpo también, son sólo mecanismos para trabajar y continuar.

La serie habla de las ausencias, en la región está presente el pasado de dictaduras, acá se habla de otras ausencias y dolores ¿vos crees que dialoga con estos temas?
Sí, las dictaduras latinoamericanas son pasados muy terribles, y está muy presente el tema en mí por películas que lo mostraron, o la historia de las Madres de Plaza de Mayo que es muy dolorosa, y tuve presente esto, porque aquí en Brasil hay personas que extrañan a la dictadura, no puedo creer que quieran eso, es absurdo, es como un lavaje cerebral, no recuerdan el pasado o son malas personas también. Claro que la perdida y la ausencia presente en la serie se conecta de manera precisa y dolorosa, y además suma nuevas desapariciones como refugiados, trabajo esclavo, nuevas políticas detrás de la trama. Las desapariciones son absurdas, no lográs comprender cómo una persona que estaba acá ahora no está más, sin saber qué pasó, si murió, si realmente eso sucedió, y si encima fue hecho de una forma estatal es un completo absurdo. Raúl en la serie se conecta con los que le van a pedir ayuda por ese dolor, él lo sintió en su piel y quiere sanar al otro.

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