Luego de su estreno en Sitges llega a las salas argentinas

Mauro Iván Ojeda devuelve el cine de género nacional a los cines con “La Funeraria”

“El guion tiene muchas capas, también desde lo humano y me gusta abordar lo social desde el terror”, cuenta el realizador en exclusiva a EscribiendoCine.

Mauro Iván Ojeda devuelve el cine de género nacional a los cines con “La Funeraria”
Mauro Iván Ojeda
Mauro Iván Ojeda
martes 29 de junio de 2021

Tras un debut promisorio con La de Messi, su multipremiado corto, y La nueva Biblia, el realizador se lanza al largometraje con esta propuesta de horror social protagonizada por Luis Machin, Camila Vaccarini, Celeste Gerez y Susana Varela, que muestra la atormentada vida familiar de un grupo de personas que trabajan en una funeraria.

¿Cómo vivis este momento en donde finalmente vas a poder estrenar?
Contento, porque era la incertidumbre, no se sabía dónde se iba a estrenar, si por CINEAR, en salas no se podía, y ahora la posibilidad de hacerlo.

Venís con un recorrido en Festivales de cine con buenos resultados, ¿era importante para vos que llegue a la sala?
Uno entiende el contexto, sabiendo que no se puede hacer el estreno clásico, como suele ser, pero estoy orgulloso de estrenar en las salas de mi país, además es la primera película de terror argentina en estrenarse en la vuelta a las salas. Siento orgullo de estrenarla en salas en mi país, porque además el derrotero en Festivales, fue online, así que estrenar en salas está muy bueno.

¿Qué te atrae del cine de género?
Siempre me atrajo, cuando era chico trabajé durante muchos años en un videoclub y veía de todo, no apartaba nada, terror, drama, policial, me vi todo, y ahí tuve una particular atracción por el terror. Mis primeros pasos en el cine, con un Historias Breves, La de Messi, drama social, después hice La nueva Biblia y se despertó mi fanatismo por el género, aunque no digo que me voy a centrar sólo en ese género, pero me siento cómodo en él y me atrae mucho.

La película hace una relectura del género y además arranca con el culto de la muerte en la sociedad, cosa que no pasa frecuentemente, donde siempre se mueren, pero no hay una idea sobre qué pasa con esos muertos, ¿Cómo surgió esta idea y todos los temas “sociales” que toca?
Yo digo que el guion tiene muchas capas, también desde lo humano y me gusta abordar lo social desde el terror, como en mi corto anterior, en donde pasa algo similar, con un matrimonio resolviendo una situación acudiendo a resolverlo en un mercado negro, siempre me interesa trabajarlo desde algo que decía Freud sobre lo “ominoso”, que refiere a cuando lo extraño se torna familiar y lo familiar se torna raro, eso sirve para La Funeraria, en donde cada uno de los protagonistas vive su propio infierno en el mismo infierno. Siempre lo pensé sobre cómo los personajes se mueven en esa casa fagocitada por la funeraria, relaciones inertes, conviven con los ataúdes y las coronas, jugar con ese concepto, con esa alegoría, anclada en ese universo.

En un momento alguien dice que no hay que tenerle miedo a los espíritus sino a los hombres, que son realmente los que matan, dañan y golpean, pero así y todo, incluís luego momentos clásicos del género ¿cómo los combinaste?
Es algo que tengo muy elaborado en el sentido que como espectador me gusta que una película de género tenga lo que tiene que tener, como “tirar la carne al asador” cuando tiene que estar. Por eso digo que la película tiene capas que se mueven como piezas de ajedrez en la casa. Sí que no fue premeditado esto de poner en determinados lugares las situaciones de terror, nacieron  de manera orgánica eso de darle un sacudón al espectador, pero siempre pensándolo como una simbiosis entre lo social, lo psicológico y el terror, eso es que me apasiona mucho.

Elegís determinados planos y tomas que no son frecuentes en el cine nacional ¿de dónde provienen esas ideas, que además dan una idea de firma autoral a ellas?
Los fui pensando con el director de fotografía, y esos conceptos los tuve siempre en mi cabeza, como la idea de utilizar mucho gimbal, que permite que la cámara flote, para que el espectador sienta que es una presencia más que flote en la casa, moviéndonos dentro del lugar, por eso muchas veces hay tomas de seguimiento a los personajes, un lugar hundido en claros y sombras, la casa adelante, la funeraria atrás, planos secuencias, un lindo desafío, en realidad son cuasi secuencias que se unen,  exigiendo una coordinación de efectos y movimientos para transmitir lo que quería.

¿Fue complicado armar el casting?
Machín estaba en carpeta y luego se confirmó, él es ideal para interpretar ese personaje que vive un poco en su propia realidad, con Celeste ya había trabajado en mi corto anterior y con María Milessi encontramos a Camila por casting, y en los Festivales destacan mucho su trabajo, y nos pone muy contentos, porque fue una apuesta. Después está Hugo Arana en uno de sus últimos papeles y Susana Varela como esa chamana. Estamos muy contentos con las actuaciones.

¿Cómo sigue el año de trabajo?
Estoy con un proyecto que se llama Memoria de una madre, también del género de horror, y la idea es filmarlo el año próximo. Después hay una historia media de ciencia ficción y horror que estamos tratando de ver si se puede concretar también.

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