El prolífico realizador estrena una de las dos propuestas que presentó en BAFICI

Tomás Lipgot analiza en “El universo de Clarita” la pasión y la vocación de los niños

“El cine me interesa como exploración de otros mundos y las películas me permiten transitar esos mundos, no pretendo dar respuestas, pero si una visión al respecto”, cuenta a EscribiendoCine.

Tomás Lipgot analiza en “El universo de Clarita” la pasión y la vocación de los niños
Tomás Lipgot
Tomás Lipgot
jueves 15 de abril de 2021

El realizador de Moacir y Palíndromos, a punto de rodar su primer largometraje de ficción junto a Lita Stantic, presenta una propuesta atípica en la cinematografía local, con una niña como protagonista y la vocación y la ciencia en el centro de la escena.

¿Cómo conociste a Clarita y qué te llamó la atención de ella como para realizar el film?
Investigando, porque tenía la idea de hacer un documental de astronomía, que es una pasión que yo tengo hace mucho y cuando lo empecé a armar me pareció que la mejor manera de transmitir lo que quería era no hacer una película dura, solemne y llena de datos, sino más lo que implica la experiencia astronómica y me pareció que a través de un niño o una niña era lo mejor. No conocía a nadie y en Rosario encontré al taller Proyecto Miradas, de Yayo y Sofía e hicimos un casting con ellos hasta que un día me dijeron “paremos el casting” y ahí apareció Clarita, con una calidez y un carisma que funcionó muy bien.

¿Cuántos años te llevó terminarla?
El proyecto en sí llevó cinco años, la película ya estaba terminada e iba a presentarse en el BAFICI del año pasado que se canceló, la guardé un año. Desde que la empecé Clarita tenía nueve o diez y cuando se estrenó tenía 15, sumando el crecimiento de ella a lo largo de la película.

¿La familia accedió rápidamente a que la filmaras?
Fue increíble y supe que ellos también podían ser personajes de la propuesta. Me pareció muy conmovedor cómo una familia con intereses muy diferentes a los de Clara le dieron la contención y el espacio para que ella pudiera expresarse. Todos se prestaron muy bien a la propuesta.

¿Cómo fue el trabajo de esta película mientras en paralelo estabas con la saga de Moacir?
No hubo nada en paralelo, terminé la de Clarita, y luego hice Moacir y yo.

Clarita es la excepción, y ahora gracias a tu película muchos niñes pueden soñar a lo grande con su verdadera vocación, ¿sentís que ese es el objetivo de la película?
No sé si es la excepción Clarita, hay muchos chicos con una vocación temprana, siempre es difícil saber si esa vocación es de los niños o de los padres, acá sí, pero no sé si Clara será astrónoma, son cosas que llevan tiempo. Ojalá sirva para eso, para apoyar a los niños, desde que fui padre, también entendí la importancia de esto.

En tus películas conectás, por tu propia experiencia en Palíndromos, por ejemplo, y ahora en esta propuesta, con universos que antes no se habían explorado en el cine ¿qué es lo que te atrae de trabajar con temas/personas que poseen habilidades y capacidades asociadas al conocimiento?
Son mundos que yo mismo exploro, no es que me pongo a buscar algo que no haya sido tratado, sí hay algo que tiene que ver con que son muchos años de trabajo, el cine me interesa como exploración de otros mundos y las películas me permiten transitar esos mundos, no pretendo dar respuestas, pero si una visión al respecto.

Acabas de presentar dos películas en BAFICI, sé que Lita Stantic te va a producir tu primera ficción ¿cómo sigue el año de trabajo y estrenos?

Estoy trabajando con Lita, es un sueño, con un guion que venimos hace mucho tiempo, Fefe y Beba, a filmar a fines del año que viene. Estoy con muchas cosas, Moacir y yo la pienso estrenar en el último cuatrimestre y estoy desarrollando un proyecto, hace tiempo, sobre argenchinos, que se llama Hojas que caen lejos de sus raíces.

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