A partir del 19 de octubre en el Gaumont

Matías De Leis Correa dirige un enigmático y pasional viaje en el tiempo a través de “Desde la última vez que nos vimos”

“Siempre me pregunto por qué tenemos que buscar el amor eterno y perfecto”, planteó el cineasta en una entrevista exclusiva con EscribiendoCine.

Matías De Leis Correa dirige un enigmático y pasional viaje en el tiempo a través de “Desde la última vez que nos vimos”
miércoles 18 de octubre de 2023

¿Podemos revivir aquellos amores que no pudieron ser en una actualidad donde ya no somos ni seremos quienes creíamos ser? Este interrogante atraviesa Desde la última vez que nos vimos (2023), el segundo largometraje de Matías De Leis Correa que, desde este jueves, puede verse en el Cine Gaumont. El relato sigue a Víctor (Patricio Arellano), quien se reencuentra por casualidad con David (Esteban Recagno), su primer amor, luego de 15 años de la última vez que se vieron. Pese a sus contrariados deseos, accede a involucrarse nuevamente con David -casado con una mujer- en un affaire secreto.

Siempre hay un punto de partida, en Desde la última vez que nos vimos, ¿qué
circunstancias motivaron su origen?
Desde la última vez que nos vimos
surge del deseo de contar una historia de amor atravesada por el paso del tiempo. Se origina en ese tiempo que pasa entre cada vez que vemos a alguien que nos despierta un sentimiento feliz hasta volver a verle.

En este caso es una historia de amor y un reencuentro de dos personajes que no tuvieron su oportunidad de amarse, pero podría estar absolutamente anclado en esa ansiedad que genera extrañar a alguien, teñida de incertidumbre de no saber si volverás a verle. 

Para cuando el público conoce a los protagonistas, entre ellos ya hay un largo, aunque
interrumpido, vínculo, ¿cómo trabajaste la construcción del lazo entre ellos? ¿y cómo
consideraste el factor tiempo?
Me gusta confiar en el poder de la palabra. Disfruto escribir guiones verborrágicos que abran distintas puertas para dejar fluir los vínculos.

La construcción del lazo entre ellos fue bastante inmediata ya que por distintos compromisos laborales rodamos la película en siete jornadas y, previo a eso, hubo una semana con algunos ensayos.

Los actores no se conocían previamente, lo cual a mí me vino como una herramienta perfecta para establecer ese reencuentro entre dos casi desconocidos, ya que no somos las mismas personas de hace 15 años atrás y, más allá de alguna idealización que podemos tener, el reconocerse implica un empezar de cero.

Creo que el factor tiempo queda reflejado en los pequeños detalles de cada encuentro entre los personajes (tanto los que tienen más desarrollo como los más fugaces).

Prácticamente todas las escenas se centran en Víctor y David, ¿cómo surgió la llegada
de Patricio y Esteban al proyecto? ¿y cómo abordaron la relación retratada en
pantalla?
Ya con Convaleciente, mi primera película, comencé a transitar un camino de generar un vínculo fuerte con los actores y actrices.

Patricio Arellano siempre me había parecido un artista inmenso con el que tenía muchos deseos de trabajar. Me despertaba mucha admiración y anhelaba tener la oportunidad. De hecho, pude llegar a él por una misma amiga que, en su momento, me presentó a Marisol Otero. Así que se repitió el mismo canal de conexión para con este proyecto. Por otro lado, con Esteban Recagno, había trabajado en otros proyectos en otras áreas y había quedado la promesa de trabajar de director a actor.

Se dio la suerte que ambos coincidieran en poder estar en Argentina para el rodaje y ahí pudimos concretarlo.

La relación retratada se fue construyendo a través de la experimentación y mucho diálogo. Nos reíamos en set porque los tres somos de sagitario (cualquier tipo de referencia o chiste bienvenida) y había mucha entrega en los deseos de ir todos hacia el mismo lado. Creo que en la película se refleja bastante.

Premisas como el “ser”, el “deber ser” y el “querer ser” atraviesan el relato y generan
preguntas en los personajes protagónicos. En tu caso, como cineasta y, ante todo,
como persona, ¿qué interrogantes y qué respuestas te brindó hacer esta historia
cinematográfica?
Siempre me parece un riesgo precioso encarar historias cotidianas que pueden parecer "simples", pero dentro de esa cotidianeidad me gusta escarbar en la oscuridad de los vínculos.

Opino que la sociedad, como tal, nos exige demasiadas cosas a las cuales, en un piloto automático, muchas veces accedemos.

Siempre me pregunto por qué tenemos que buscar ese amor eterno, perfecto, sin fisuras, que dure una vida eterna. ¿Por qué no podemos ser felices con esos amores que pueden durar simplemente un beso?

En Desde la última vez que nos vimos no aparece solamente el amor entre dos personas. Aparece también el amor propio y el cuan abandonado lo tenemos regularmente. A veces por otra persona, a veces por muchas personas, por trabajo, por miles de motivos. Creo que las respuestas que me brindó la película están ligadas en tener un registro propio de la felicidad, de vivir el presente lo más satisfecho con uno mismo. Esta famosa frase de "para amar a alguien más tenés que amarte primero a vos mismo" tranquilamente podría aparecer impresa en alguna taza de cerámica en el desayunador del set de la película.

Se trata de tu segundo largo, post Convaleciente, ¿qué aprendizajes adquiriste a partir
de Desde la última vez que nos vimos?
El aprendizaje fue confiar más en mí mismo, en mi escritura y en mi dirección. Reforcé la idea de (siendo bendecido por un equipo hermoso y tener a los colegas y socios más increíbles que podría tener) que siempre entre hacer, o no hacer, es mejor hacer. Estoy con los primeros escalones de mi carrera, de la que pretendo no bajar velocidad, por lo cual me gusta sentirme encaminado cada día para llegar a un poco más de gente. Sostener que, si existe una mínima chance de contar cine y crear arte, nada puede salir mal. Con Convaleciente tuve de las experiencias más maravillosas en mi vida, y en Desde la última vez que nos vimos pude seguir teniendo un crecimiento profesional y, a la vez, formar equipo con profesionales y artistas maravillosos con los que sobran las sonrisas y el cariño. Se forman familias que se potencian y hacen que cada logro sea siempre grupal y abra caminos a nuevas historias.

Desde hace un largo tiempo la película gira por el mundo en distintos festivales,
principalmente LGBT, ¿qué es lo que más te sorprendió de su camino mundial? ¿y qué
expectativas tenés para el estreno nacional?
Haciendo referencia a la pregunta anterior sobre aprendizajes, definitivamente fue super movilizador ver la película viajar por otros países y otras culturas y recibir tantos, pero tantos, mensajes de amor, identificación y una sensación de unión a nivel mundial.

Su estreno mundial fue en Miami en el OutShine Film Festival en abril del corriente año. Una vez terminada la proyección me encontré con más de 100 personas viniendo a abrazarme completamente emocionadas. Muchas personas de un rango etario arriba de los 50 años que se sintieron atravesados por la historia y conectaron con la lucha que cada uno tuvo para ser libre. Abrazar a un desconocido que se emociona y te agradece por el momento que le brindaste no tiene precio.

Y con toda esa carga de emociones anhelo para el estreno en Argentina este 19 de octubre en el Cine Gaumont, que tenga una gran recepción. Me da felicidad saber que muchos colegas van a estar presentes y que, día a día, sigue creciendo la hermandad y apoyo entre cineastas. Hace varios meses espero este momento, así que me propongo y propongo a todxs disfrutarlo. No niego que me genera mucha ansiedad que llegue el momento, pero, ¿acaso no hablamos de esas incertidumbres y ansiedades en la misma película?

En cuanto a tu futuro en el ámbito audiovisual, ¿estás trabajando en algún otro
proyecto actualmente?
Así es. Estamos en etapa de postproducción de mi tercera película, con la cual pretendo cerrar esta suerte de "trilogía del paso del tiempo", como me gusta llamar.

Si bien cada película va variando en equipo, elenco, producciones y participaciones, todas se conectan en pequeños detalles narrativos y discursivos.

La tercera película es la más personal de todas ya que el guion nace de una catarsis de muchas heridas de la infancia que sanaron a lo largo del tiempo. Pero tendrán que tener paciencia para verla en pantalla grande, a contar los días como Víctor en Desde la última vez que nos vimos.

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