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Crítica de "El club de los lectores criminales", un slasher que bucea entre el homenaje y el cliché

El director Carlos Alonso-Ojea regresa al género slasher con "El club de los lectores criminales" (2023), una adaptación cinematográfica de la novela de Carlos García Miranda. Sin embargo, a pesar de su intento de homenajear a los clásicos del género, la película tropieza en su camino hacia la originalidad y se encuentra atrapada en los clichés que busca celebrar.

lunes 28 de agosto de 2023

La trama se centra en un grupo de ocho universitarios apasionados por la literatura de terror, quienes se reúnen semanalmente en un club de lectura. Después de una broma que termina en una tragedia y un pacto de silencio, comienzan a recibir amenazas de un escritor anónimo decidido a revelar su oscuro secreto. Lo que promete ser una narrativa intrigante y llena de suspense pronto se convierte en una serie de muertes desconectadas, dejando al espectador con un hilo conductor frágil.

Carlos García Miranda lleva su historia al cine con un guion que, aunque intenta rendir homenaje a icónicos títulos del género como Sé lo que hicieron el verano pasado (I Know What You Did Last Summer, 1997) y la franquicia Scream, a menudo se desliza hacia la imitación más que hacia la innovación. La película juega con las referencias, pero falla en incorporarlas de manera orgánica en la trama, dejando una sensación de forzada nostalgia en lugar de una celebración auténtica. El elenco está integrado por Veki Velilla (Anclados), Álvaro Mel (Un cuento perfecto); la protagonista de Élite 7, Ane Rot; Priscilla Delgado (Los protegidos), Iván Pellicer, Carlos Alcaide, Hamza Zaidi y María Cerezuela.

El club de los lectores criminales intenta abordar temas contemporáneos, como el fenómeno de los fanfictions y la obsesión por llevar fantasías a la realidad. Sin embargo, esta exploración se mantiene superficial y carece de la profundidad necesaria para hacerla relevante. Lo que podría haber sido una oportunidad para reflexionar sobre la relación entre la ficción y la realidad queda en una mera pincelada.

A pesar de sus deficiencias, la película logra mantener el entretenimiento como su objetivo principal, al transportar al espectador a la estética y la atmósfera del slasher noventoso, con guiños a Stephen King y otras obras icónicas de la época. Aunque su intención de usar y mostrar estas referencias de manera deliberada es apreciable, no es suficiente para ocultar las carencias en la construcción de la trama y el desarrollo de los personajes.

Los clichés son una parte intrínseca del subgénero slasher y El club de los lectores criminales los abraza explícitamente. Los personajes en la película encarnan arquetipos reconocibles, pero en lugar de aprovecharlos como trampolines para la sátira o la evolución, se conforma con su simple presencia.

Para los amantes acérrimos del género slasher y aquellos que disfrutan de los elementos de la cultura pop, El club de los lectores criminales podría ser una experiencia pasable. Sin embargo, para aquellos que buscan una trama ingeniosa que aproveche las referencias, la película podría quedarse corta. A pesar de su esfuerzo por mezclar homenajes y originalidad, se encuentra enredada en sus propias trampas y no logra escapar del legado de los clichés que intenta homenajear.

4.0
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