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Crítica de "Bridgerton - Temporada 3: Parte 1": La historia del patito feo
Esta tercera entrega (cuarta si contamos la temporada que nos cuenta la vida de la Reina Charlotte) sigue, como las anteriores, los avatares sentimentales de la numerosa familia Bridgerton, adaptación de la saga de novelas de Julia Quinn.
La protagonista, sin embargo, es Penelope Featherinton (Nicola Coughlan), la eterna patito feo, pero con una mente sagaz. De hecho, tiene un alter ego, la mismísima Lady Whistledown, la autora de una revista de chismes de la alta sociedad, y la única que se atreve a cuestionar a la Reina Charlotte (Golda Rosheuval).
Penelope vive enfrente de los Bridgerton y desde siempre deseó ser parte de esa familia. Primero fue amiga de Eloíse (Claudia Jessie), la oveja negra de las hijas, hasta que la renegada debutante descubre que su amiga le oculta su identidad literaria, y es quien escribió algunas cosas horribles sobre su familia (aunque siempre hubo detrás la protección de un mal mayor)finalizando así su amistad. Asimismo está desde pequeña en secreto enamorada de Colin (Luke Newton), el tercer Bridgerton, quien es la sensación de esta temporada tras su regreso de un viaje por 17 países, y poseedor de un renovado sex appeal.
Con una estrategia ya utilizada en la primera temporada- en la que Simón Basset ayuda a Daphne para encontrar un marido, y se termina enamorando, con lo cual debe disputarse la atención de un segundo pretendiente- Shonda Rhimes, la creadora de la serie, hace que Colin finalmente registre a su vecina como el verdadero amor. Penelope sufre un cambio extraordinario de vestuario y apariencia, en la que deja de ser la fea de la fiesta y encuentra que siendo ella misma puede atraer más de una mirada, incluso la de su secreto amor. El problema es que Colin odia a Whistledown tanto como ama a Penelope, sin saber que son la misma persona.
En medio de este conflicto central se siguen desarrollando las tramas del resto de los Bridgerton: Anthony (Jonathan Bailey) está felizmente casado con Kate (Simón Ashley) y disfruta aún de una extendida luna de miel; Benedict (Luke Thompson) conoce a una viuda libertina con quien puede ser divertido y despreocupado como siempre; Eloise encuentra una nueva amiga, la impensada Cressida Cowper (Jessica Madsen)-eterna competidora por los pretendientes de las Bridgerton-; Francesca (Hannah Dodd) es presentada en sociedad y conoce a su primer amor, el tímido conde Kilmartin (Victor Alli)…y hasta Lady Bridgerton (Ruth Gemmell) parece interesarse en alguien, quien resulta ser el hermano de su buena amiga Ágatha Danbury (Adjoa Andoh).
Como perlitas que completan el universo, el hijo del matrimonio Mondrich recibe un título nobiliario, haciendo ingresar a la familia a la clase alta desde la clase trabajadora. La distensión cómica la aportan las hermanas de Penelope Featherington, quienes están casadas e intentando quedar embarazadas.
Como siempre, el trabajo de reconstrucción de época con toques contemporáneos es impecable (trajes, salones, carruajes), mientras las pelucas de la Reina Charlotte se vuelven cada vez más improbables. Otra marca de estilo de Shimes son las escenas de sexo, y en esta temporada se anima a mostrar cuerpos no hegemónicos como deseantes y deseados, aunque de modo mucho menos explícito que en otras ediciones.
El final nos deja en suspenso para una segunda parte que se estrena el 13 de junio, donde veremos qué sucede con el triángulo Colin-Penelope-Whistledown.