La cineasta argentina presenta su quinta película

Lucía Puenzo y la transformación eléctrica de "Los impactados"

Luego de presentarla en San Sebastián, Río de Janeiro, Biarritz y Götengorg la realizadora estrena "Los impactados", película que también coescribe y coproduce. La trama narra el viaje de transformación de su protagonista (la actriz chilena Mariana di Girolamo) tras sufrir un impacto de rayo. El film transita entre la explicación científica y el elemento sobrenatural del suceso.

Lucía Puenzo y la transformación eléctrica de "Los impactados"
jueves 29 de febrero de 2024

Siempre hay una recurrencia sobre el agua en tus películas. Y acá se agrega la electricidad. ¿A qué se debe este elemento recurrente? 
Es cierto que hay mucha agua en mis películas. Hasta ahora, en general, eran las profundidades. En XXY (2007) eran esas plantas acuáticas en el fondo del mar. Obviamente, en El Niño Pez (2009) es la leyenda del niño pez; en Wakolda (2013) es el agua del Nahuel Huapi. Siempre hay agua. En La Caída (2022) todos los secretos están en las albercas olímpicas, como le dicen. Y acá, por primera vez, es el agua que viene de arriba.

¿Cómo lo pensás en términos de construir la historia?
Lo primero que me pasó al empezar a escribir el guión de Los Impactados fue tener esta partitura visual en la que el agua jugaba este espacio tan protagónico. No solo el agua y las tormentas, obviamente los rayos, que es algo que a mí me fascina y me genera mucha calma. Me genera mucha calma y tranquilidad sentarme en un horizonte abierto y ver un sol pleno hasta que se nubla y hay tormenta. Ver todas esas transiciones a horizonte abierto es algo que siempre me resultó alucinante.

Hay una explicación científica con el tema de “Los Impactados”
Cuando empezamos a estudiar las marcas de Lichtenberg empezamos a entender que el impactado es surcado por el mismo dibujo del rayo que lo atraviesa. Hay muchos tipos de rayos y se les imprime en la piel el mismo rayo que los atravesó. La noción de reconfiguración sináptica, derivada del surco neuronal que fallece cuando se atraviesa por una corriente eléctrica, es tanto un concepto médico y científico como tremendamente poético. Personalmente, creo que los profesionales de la medicina y la ciencia, al abordar este fenómeno, tienden a restarle su aspecto poético. El cambio de comportamiento en el impacto es rotundo, realmente no podés hacer los mismos caminos que hacías porque no están más esas neuronas. Es atravesar caminos nuevos. Esa idea me parece muy potente y ahí empezamos. Detrás de eso venía todo lo otro que trae el universo de Los Impactados, algo fascinante y tan cercano a nosotros, porque todos conocemos las tormentas y los rayos. Hemos escuchado hablar de que hay gente que sobrevive, pero probablemente son muy poquitos los que saben todo esto que hay detrás, que existen grupos de impactados, que hay médicos especialistas.

Este proceso de extrañamiento que está atravesando Ada, la protagonista en la película, es un proceso interno, ¿Cómo lo ponés en imágenes?
A mí lo que me resultaba más potente en esos resultados era justamente todo lo inasible que es la idea. ¿Cómo se cuenta la hiperacusia? ¿Cómo se cuenta la fotofobia?, ¿Cómo se cuentan las auras visuales?, ¿Qué son las aberraciones visuales? Y ante cada una de esos interrogantes había detrás una experimentación del equipo (mi hermano Nicolás Puenzo, Marcelo Chávez y Lorena Ventimiglia, los directores de arte). Nosotros decimos que somos una banda de nerds, porque nos íbamos convidriecitos de colores, nos íbamos a un estudio y hacíamos pruebas de qué pasa si le ponemos esta lentilla, si hacemos esta aberración con un lente, si jugamos con este color. Lo mismo con el sonido.

¿Cómo manejas el límite entre lo realista y lo fantástico?
El desafío fue encontrar el equilibrio entre lo realista y lo fantástico. Experimentamos con la representación visual y sonora para no llegar a un extremo insoportable, manteniendo al espectador conectado con la historia. Queríamos explorar cómo adentrarse en la locura de un impactado, su hiperacusia, fobias y alucinaciones, sin perder la conexión con la realidad. Todo el tiempo midiendo, prueba y error, costó permanentemente. Los Impactados es un híbrido del género. En general a mí me gusta mucho el género y escribo mucho género, tanto de novelas como de películas, como para otros directores. Me siento cómoda en el género, terror, suspenso. El híbrido de género es muy delicado. Y con Los Impactados pasaba eso, estar todo el tiempo descubriendo qué película estábamos contando.

Todos los protagonistas de tus películas son mujeres. Mujeres que tratan de escaparse de las normas impuestas socialmente. ¿Cómo pensás esto en tu cine? ¿Se puede hablar de cine de mujeres o cine feminista?
Me cuesta pensar en esa dicotomía. Yo creo que hay directores hombres que filman el universo femenino como nadie: Lynch, Cronenberg, Cassavettes, Almodóvar. Y hay mujeres muy masculinas en su cine. Y eso es lo más interesante, cuando empiezan a decir que la mujer filma de forma femenina y demás. Dicho esto, yo sí creo que mis últimas películas tienen algo... tal vez todas, pero yo creería que también hay cosas muy masculinas en Wakolda más allá de su protagonista.

¿Te sentís más cómoda con la narración clásica?
No siempre. En realidad, desde el principio tuve claro que con Los Impactados quería seguir una narración más fragmentada. La sorpresa que experimenté en la misma edición fue muy divertida, afortunadamente. Al ser una película independiente, sin plazos de estreno y con total libertad de edición, pude trabajar en ella de manera tranquila. Editaba entre rodajes y otras situaciones, lo cual me permitió jugar con el material, algo que suelo hacer en mis novelas. Fue un proceso atípico, ya que seis meses después volví a llamar a los actores, que tenían el pelo teñido de colores diferentes, y tuve que buscar pelucas a través de llamadas telefónicas. La búsqueda del lenguaje adecuado fue un desafío, pero logramos ensamblar la película de manera coherente. En este caso, hay un cuento, pero también hay un viaje de partitura visual y sonora. Necesitábamos esos pequeños fragmentos que tocaban una nota diferente, y rápidamente encajaron. Como guionista y escritora, disfruto mucho de este proceso creativo, incluso cuando estoy en un rodaje, reescribiendo escenas entre tomas. Los rodajes se han vuelto más fluidos en mi equipo; no hay resistencia, buscamos la escena, tomamos fotos, y se reescribe al momento. Este proceso dinámico de escritura en el set es lo que más me divierte.

¿En qué cambia el trabajo para el cine y el trabajo para las plataformas?
En mi experiencia con las series, las escribo desde cero, colaborando con los mismos guionistas con los que he trabajado en mis películas. La continuidad en el equipo es clave, incluso con elencos que provienen de mis películas anteriores. No hay muchas diferencias entre el trabajo en películas más grandes o más pequeñas y en series para plataformas. La principal diferencia radica en que, al presentar los guiones, la gente tiene la oportunidad de opinar, pero en el set la dinámica es muy similar. La presión de la plataforma para captar la atención del público puede influir en la claridad de los puntos de conflicto en las series, pero en general, disfruto de la versatilidad y libertad que ofrecen ambos formatos.

¿Cómo manejas la presión y las expectativas al explorar géneros diferentes?
Afortunadamente, no he tenido que limitarme a géneros específicos. Mis series han abordado thrillers, temas políticos y sociales, así como ciencia ficción. Creo que es importante luchar por la producción de diversos géneros en Latinoamérica, y estoy encantada de poder contribuir a esta diversificación. La segunda temporada de La Señorita tiene un enfoque cómico, mientras que Futuro Desierto explora el realismo futurista, la ciencia ficción y temas como la inteligencia artificial y los androides en la selva. No veo diferencia en mi entusiasmo al editar y presentar estos proyectos.

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