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Crítica de "The Crown 6", un final entre la grandeza del pasado y la crisis del presente

La realeza británica, envuelta en una trama vibrante y melancólica, despliega sus glorias y desventuras en la más reciente temporada de "The Crown" (2023). Los primeros cuatro episodios adelantan el trágico desenlace que marcará el cierre definitivo de esta saga regia el próximo 14 de diciembre. La serie abraza el ocaso de la princesa Diana, tejiendo un tapiz emocional donde la majestuosidad se entrelaza con la vulnerabilidad humana.

sábado 18 de noviembre de 2023

La sexta temporada de The Crown abarca eventos ocurridos entre 1997 y mediados de la primera década del siglo XXI, dejando un intervalo de veinte años hasta la actualidad para preservar la integridad de los temas retratados como hechos pasados.

En la primera parte, la trama se sumerge en el periodo que precedió a la muerte de la princesa Diana, mostrando no solo su vida personal compleja sino también el entorno turbulento de la institución real que la rodeaba. La narrativa abarca desde su relación con Dodi Fayed hasta las tensiones y desafíos que la realeza enfrentó tras su fallecimiento. El enfoque se centra también en el romance de Carlos y Camilla, así como en el crecimiento de los príncipes William y Harry como figuras públicas.

Los seis capítulos finales explorarán eventos como el regreso del príncipe William a Eton, la celebración del Jubileo de Oro de la reina Isabel II en 2002, la boda del príncipe Carlos con Camilla Parker Bowles y los inicios del romance del príncipe William con Kate Middleton.

Elizabeth Debicki irradia como Diana, despojándose capa a capa de las presiones inherentes a la monarquía y revelando su propia voz. La química cálida entre los actores que interpretan a Diana y Dodi (Khalid Abdalla) infunde momentos de tierna vulnerabilidad, aportando vitalidad a una narrativa donde la tensión y la intriga reorientan la grandeza de The Crown.

El enfoque narrativo hacia la muerte de Diana es melancólico y cuidadoso, desafiando la tentación de una radiografía simplista. Se presenta a una Diana perseguida, inquieta, impulsada por sus propios demonios internos, alejándose del retrato idealizado para abrazar su complejidad humana. Sin embargo, el peso dramático a veces roza la repetición y el melodrama, dejando una sensación de déjà vu.

Peter Morgan despliega su maestría al explorar la imagen pública en una partida mediática, donde Diana, a pesar de su destierro real, sigue siendo el foco de atención mundial, a veces deseada, otras impuesta por los implacables paparazzi. La serie retoma temas recurrentes, como el control de la vida propia, las agendas ocultas y la imagen proyectada al mundo exterior.

No obstante, la sexta temporada adolece de una dosis excesiva de drama y cierta previsibilidad. A medida que se acerca a eventos recientes, The Crown parece esforzarse por cerrar arcos narrativos, a veces recurriendo a artificios que empañan la elegancia habitual que la caracterizó. El desafío de representar las últimas horas de Diana lleva al relato por un sendero predecible y urgente, reduciendo el impacto emocional a veces a un mero truco melodramático.

A pesar de estos tropiezos, The Crown sigue siendo una epopeya majestuosa que logra capturar la grandeza y tragedia de la realeza, aunque evidencia la dificultad de narrar eventos contemporáneos con la misma elegancia y originalidad que los momentos históricos pasados.

7.0
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