“Frágiles”: un viaje hacia el corazón de una oscura secta

Desde esta semana, cuando los espectadores ingresan a la plataforma de streaming Flow experimentan un viaje espacial y temporal. Es que, a través de la serie Frágiles (2023), coproducida por Flow y Storylab, se trasladan a una enigmática secta, tanto en el final del siglo XX como en las primeras décadas del siglo XXI. Asimismo, a lo largo de los ocho capítulos del thriller dirigido por Diego Palacio pueden encontrarse con misteriosos personajes interpretados por Carla Quevedo, Luciano Cáceres, Malena Sánchez, Ludovico Di Santo, Emilia Claudeville, Julián Cerati y Rafael Spregelburd, entre otros.

La ficción audiovisual relata la investigación de un críptico asesinato, en un idílico y perdido pueblo del sur, cometido por Camilo Goya (Di Santo), el líder esquizofrénico de una oscura secta surgida en las vísperas del nuevo milenio. En el seguimiento de la causa se encuentra Olivia Grecco (Quevedo), la joven asistente de un fiscal español, que regresa a su pueblo natal creyendo investigar un simple caso policial, pero acaba descubriendo el verdadero motivo de la trágica muerte de su madre.

“En la serie conviven dos mundos. El año 1999, donde Sara (Sánchez) pertenece a la secta liderada por el personaje que hace Ludovico, en el cambio de milenio, el fin del mundo, locura total. Y, 20 años después, yo estoy al frente de esta comunidad, pude enterrar este pasado, pero, este mandato que dejó ella hace que, en el presente, Olivia (Quevedo) lo despierte y traiga muchos problemas donde todo estaba funcionando bárbaro”, adelantó Luciano.

Y, a continuación, Malena reveló: “Yo soy el prólogo de cada capítulo, soy el pasado que viene a depositar algo para que, en el presente, suceda todo lo que sucede. Entonces, siento que estoy más a disposición de la historia que viene después, por lo que era un rol medio distinto de la narrativa”.

“Olivia va a tener que hacer un balance muy quirúrgico entre su vida profesional y su vida personal, como todos, pero a ella le va a costar bastante más. En lo que es el arco del personaje en la serie, como público, vamos a ir conociendo en la misma medida en que ella va a ir conociéndose a sí misma, va a sufrir una transformación interesante. El espectador se va a apoyar en mi hombro para entrar a la comunidad y para empezar a develar un montón de misterios”, describió Carla.

Por otro lado, Ludovico explicó: “Mi personaje es un poco mesiánico, de alguna manera dirige la secta, y entra en una puja de poder con su hermano, que es el personaje que hace Luciano (Cáceres). Para la serie, vi documentales y películas; fuimos construyendo de a poco, todos los recursos te ayudan. Básicamente, es creer lo que está sucediendo, no mucho más, y después el resto del equipo hace su magia, como son tus compañeros, el camarógrafo, el director, el de arte, el que produce, el que pone la música, ¡ahí se termina de completar!”

“Mi personaje está dentro de la secta del manantial. En principio, es una realidad distinta a la que nosotros conocemos. Pedro dicta uno de los cursos y está en la política del lugar”, contó Julián. Y, luego, Emilia añadió: “Carolina es alguien casi fundante de la comunidad, ya que es la primera adepta, la primera fanática de Camilo. Ella está al lado suyo en todas, no sólo ayudándolo, sino, también, concretando lo que él desea, y le importa mucho convencer al resto. Es vehemente, hasta que no consigue lo que quiere no para”.

Por su parte, Rafael compartió: “Hago un personaje muy ambiguo, es un agrónomo que administra el espacio en el que se asienta esta secta. Es una secta que decide recluirse, no tener contacto con el exterior, pero yo soy el único que entra y sale, no pertenezco, ¡así me lo cobran!”.

La fragilidad en primera persona

A partir del título, los integrantes del elenco de la serie policial se refirieron a la fragilidad en sus propias vidas y profesiones.

“Los artistas somos seres muy frágiles, por muchísimas cosas. Dependemos de la falta de continuidad, del poder de la autogestión. Después, en lo personal, lo que más me pone frágil, obviamente, es todo lo referido a mi niña, la paternidad”. Luciano Cáceres.

“Me considero una persona muy frágil, no tengo nada de miedo a esa fragilidad, ni a mi lado vulnerable, incluso es lo que más me hace quererme. Siento que vivimos en una época donde 'todo está re bien, todos somos hermosos y re felices', y no hay mucho lugar para hablar de lo que nos pasa, hay muy pocos lugares de contención, que eso se genera con la empatía y con ser fiel y sincero con lo que a uno le pasa. Es algo que intento mantener, esa cosa genuina de que todos somos frágiles”. Malena Sánchez.

“Soy frágil en mi humanidad, en mi sensibilidad, sin eso no hubiera podido ser actriz ni escribir. Creo que tiene mala prensa, para mí, es una condición hermosa, y nos vuelve humanos. Se trata de esa permeabilidad, si no tuviéramos grietas por las que pueda entrar el otro, la luz, y todo, no seríamos humanos”. Carla Quevedo.

“Todos somos bastante frágiles, y uso las fragilidades para trabajar”. Ludovico Di Santo.

“La actuación es frágil, permanentemente. Todo el tiempo estás a flor de piel y descubriéndote, por momentos más fuerte, y por momentos más frágil, o encontrando rincones que son más difíciles de habitar”. Julián Cerati.

 “Creo que lo que tenemos a favor los actores y las actrices es que estamos amigados a contactar directamente con esa fragilidad, sin tanto rollo, para poder usarla. Y situaciones en las que me siento frágil hay un montón, diría que son mucho más de las que me siento fuerte y segura”. Emilia Claudeville.

“Todos somos frágiles. Todos tenemos algún dolor o alguna zona traumática que no sabemos cómo sanar. Para mí, lo importante es que esto sea ficción, ya que, cuanto más mágica y disparatada, y más intenso sea el drama, yo más disfruto”. Rafael Spregelburd.