Crítica de "La Era de Hielo 3: El origen de los dinosaurios": Transitando la madurez del otro lado del hielo

Manny, Ellie, Diego y Sid vuelven a divertirnos con sus locas aventuras, pero esta vez, no se limitan a la superficie polar, sino que exploran otros mundos. A través de esta nueva travesía, reflexionan sobre la importancia de la familia, tanto la que nos toca como la que elegimos tener. La comedia es llevada adelante por la pequeña ardilla Scrat, quien también se enamora y cuenta su historia de amor en menos de 10 minutos a través de un videoclip.

Manny y Ellie están esperando a su primer cachorro, y sus amigos, al sentirse desplazados por no creerse parte del círculo familiar, buscan sus propias aventuras, metiéndose en problemas. Cuando su gran amigo mamut acude al rescate, descubren un mundo bajo el hielo donde hay dinosaurios de todas las especies y el peligro del gran Tiranosaurio Rex que acecha a toda la jungla. Juntos luchan contra este peligro, confirmando su amistad.

Distribuida por 20th Century Fox, este filme marca la primera aparición de un dinosaurio en la historia, bajo la dirección de Carlos Saldanha, el mismo de Robots y las dos secuelas anteriores de La Era de Hielo. Una vez más, la tecnología está al servicio de un guion preciso que gira en torno a la familia y los amigos, los grandes amores de todos los habitantes de la tierra, humanos o animales.

La Era de Hielo 3 (Ice Age: Dawn of the Dinosaurs, 2009) es puro entretenimiento durante los 93 minutos que pasan como un abrir y cerrar de ojos. El doblaje juega un papel muy importante en el éxito de las cintas animadas, permitiendo una mejor comunicación con el espectador. Esta vez, el doblaje está a cargo de los mexicanos Angélica Vale, Jesús Ochoa y Carlos Espejel.