Luciano Cáceres ladra, “Muerde” y devora el escenario

Sangre. Aserrín. Una mesa de trabajo. Un martillo. Un cajón. Unos particulares binoculares. Y un hombre sentado mirando hacia algún lado, quizás perdido, quizás concentrado, quizás preocupado. Con esta puesta se encuentra el público cuando ingresa los fines de semana por la tarde a la intimidad de la sala Moscú Teatro (Juan Ramírez de Velasco 535, Capital Federal) y se prepara para ser partícipe de un relato tan cautivante como devastador. Se trata de Muerde, el premiado unipersonal protagonizado por Luciano Cáceres -que arrasa en escena-, escrito y dirigido por Francisco Lumerman.

El relato se enmarca en un pueblo rural de Argentina, donde los espectadores conocen a René (Cáceres), quien tras nacer fue abandonado por su madre, y cuando tenía diez años fue dejado por su padre en el taller familiar. Desde ese momento se queda suspendido, mentalmente, en esa edad, y surge un interrogante: ¿Cuánto tiempo pasó? Eso no lo puede saber.

Ahora, René está manchado de sangre y no entiende el motivo. Intenta controlar sus pensamientos, pero las palabras aúllan, golpean y perforan, como un clavo a la madera o los dientes a la carne. Se trata de un thriller en solitario, con tintes de policial, en el que el protagonista intenta averiguar de dónde vienen sus heridas, mientras Rosa, y su pasado, lo acechan en todo lo que calló.

Durante casi una hora, la audiencia escucha y mira con atención a René en escena, aunque, en realidad, descubre mucho más. Al observar sus crudas y sensibles acciones, los presentes se sumergen en los distintos tipos de violencia que el personaje padeció y ejerció a lo largo de los años, así como también se adentran en sus diferentes vínculos, y reflexionan en torno a ciertas problemáticas sociales.

Detrás de escena

“A mí me gusta el teatro de experiencias. Esto que pasa en Muerde traspasa lo que es que solo te cuente una historia. La gente se moviliza, hay un silencio, se vuelve un ritual precioso que vale la pena. Sufre mucho René, y en el escenario de golpe hay como 20 personajes, pero estoy yo solito, sintiendo todas esas voces, ¡está bueno lo que ocurre!”, valoró Cáceres en diálogo con EscribiendoCine, post función.

A continuación, sobre la construcción de la puesta escénica relató: “No soy una persona muy intelectual, menos a la hora de laburar. Sí me pongo disponible a las órdenes del director, con muchas propuestas. Muerde es un texto poético, con muchas metáforas. Entonces, hubo que aprenderse el texto y entregarse al laburo. Me voy poniendo de acuerdo con el que mira desde afuera y con lo que voy sintiendo adentro, y se van sumando el iluminador, el escenógrafo, el encargado de la música original, así todo se va armando”.

Por último, acerca de su experiencia en este tipo de obra, en la que permanece “solo” en escena, compartió: “Hacía mucho tiempo que quería hacer un unipersonal y no me animaba. Sentí que este era el material, que tenía que ser con Francisco, y en el ámbito del teatro independiente, que es donde yo me gesté y donde pasan mis cuestiones más creativas. ¡La obra superó nuestras expectativas!”.

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Muerde, que ganó el Premio Estrella de Mar a “Mejor Unipersonal 2024” y el Premio de Escuela de Espectadores de Buenos Aires 2023 (Luciano Cáceres), continúa sus presentaciones nacionales e internacionales. Hasta el domingo 28 de abril se presenta a las 18 en Moscú Teatro (Ramírez de Velasco 535, Capital Federal) y desde el domingo 5 de mayo tendrá funciones, en el mismo horario, en Timbre 4 (México 3554 / Boedo 640, Capital Federal). Entradas en Alternativa Teatral.