Salas
Crítica de “El hombre de los sueños”, Nicolas Cage entre el humor negro y la cultura de la cancelación
Producida por Ari Aster y el propio Cage, y distribuida por A24, está surrealista propuesta indaga con un peculiar sentido del humor en la cultura de la cancelación.
El hombre de los sueños (Dream Scenario, 2023) es como una versión de Beau tiene miedo (Beau is afraid, 2023) sin excesos. Con una idea concisa y las dosis de humor y de delirio onírico contenidas, la película dirigida y escrita por Kristoffer Borgli funciona muy bien. No hay desmanes, no hay una estructura narrativa barroca y su duración apenas supera los noventa minutos.
Paul Matthews (Nicolas Cage) es un hombre ordinario, tiene una familia, un trabajo como profesor universitario, una casa en las afueras de la ciudad. Pero sucede que la gente a su alrededor tiene pesadillas con él, donde el tipo representa a un sádico y despiadado asesino y violador de mujeres. Por tal motivo su entorno, familia inclusive, se aleja de él convirtiéndolo en un paria social.
El hombre de los sueños traza una parábola fantástica sobre la cultura de la cancelación, con un protagonista que, sin comerla ni beberla, se encuentra anulado por su entorno social. Esta situación le genera resentimiento y termina haciendo posible la existencia real del ser despreciable surgido de esas pesadillas violentas.
Por supuesto hay una fundamentación argumental por fuera de la lectura simbólica. Un giro hacia la ciencia ficción que aquí no revelaremos pero que entra en línea con los relatos fantásticos de Michel Gondry (Eterno resplandor de una mente sin recuerdos) o de Spike Jonze (Quieres ser John Malkovich).
Un párrafo aparte merece el actor de El ladrón de orquídeas (Adaptation, 2002), quien regresa de este modo al universo surrealista de aquel film escrito por Charlie Kauffman. Cage logra su mejor actuación en mucho tiempo dándole sentido a sus arranques de ira y su sentido del humor lleno de patetismo, ideal para el personaje. Un actor único en su estilo en una película que le calza como anillo al dedo.
El hombre de los sueños es una grata sorpresa por sus delirio surrealista y su humor negro hilarante. Una fantasía de terror que, sin ser una genialidad, rompe moldes y cuenta con los ingredientes adecuados para convertirse en un film de culto.