Cinco libros que transportan a mundos de emoción y reflexión

1. La visión de las plantas de Djaimilia Pereira de Almeida (Edhasa)

Con luminosa sensibilidad, Djaimilia Pereira de Almeida nos lleva a un mundo de fábula en La visión de las plantas. La historia se centra en el capitán Celestino, quien espera la muerte en su vieja casa de infancia. Pero su refugio está invadido por el abandono y el olvido, simbolizado por un jardín desolado. A medida que su mente se deteriora, Celestino se sumerge en ambiguas apariciones y oscuras confusiones. Este libro florece ante el lector como una bella y doliente poesía, llevándonos a un mundo donde los espantapájaros danzan con el viento y los fantasmas acechan a un hombre solitario.

2. Dissipatio H.G. de Guido Morselli (Edhasa)

Traducida por primera vez al castellano, Dissipatio H.G. es la obra cumbre de Guido Morselli. En esta novela íntima y postapocalíptica, el protagonista, harto del género humano, decide poner fin a su vida, pero se encuentra con la sorprendente desaparición de la humanidad. En medio de una soledad vertiginosa, inicia un apasionante monólogo que se convierte en un diálogo con los muertos. Morselli nos guía a través de todas las reacciones del superviviente, desde una siniestra ironía hasta un "soberbio solipsismo", explorando la esencia misma de la existencia humana.

3. La última rosa de Shanghái de Weina Dai Randel (Vidis)

Situada en 1940, esta novela nos sumerge en la vida de Aiyi Shao, una joven heredera dueña de un glamoroso club nocturno en Shanghái, y Ernest Reismann, un refugiado judío expulsado de Alemania. Aiyi contrata a Ernest para tocar el piano en su club, desafiando las costumbres de la época. Lo que sigue es una historia de amor y redención en medio de la crueldad de la guerra. Desde los brillantes clubes de jazz hasta el gueto judío, esta es una historia inolvidable de amor y supervivencia en tiempos difíciles.

4. El libro de Prometea de Hélène Cixous (Interzona)

Este libro es un fuego ardiente de amor, un arbusto en llamas que nos sumerge en una experiencia única. La narradora nos lleva a través de un canto incendiario, una ofrenda a una mujer que es más que una mujer, es el principio y el fin de todo lo que existe. La pasión, física e infinita, se experimenta en el cuerpo, en los sueños y en el temblor de la voz. El libro de Prometea se sumerge en los sentimientos y se entrega a la oralidad y las imágenes fantásticas, renunciando al control y dejándose llevar por la corriente ilimitada del amor.

5. Las chicas Bergman de Ágnes Gurubi (Blatt & Ríos)

Cuando los nazis toman el control de Budapest y entran en vigor las leyes judías, el destino del matrimonio Bergman y sus seis hijas se ve alterado para siempre. Las chicas Bergman es una novela que se adentra en la historia trágica de un pueblo y un país a lo largo de tres siglos, a través de las vivencias de las mujeres de esta familia. Anna, una de las chicas Bergman, desde la Budapest del siglo XXI, emprende un viaje hacia su pasado familiar, descubriendo que en el sufrimiento de sus antepasadas están también sus propios pesares y las posibilidades de redención.