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Natural Arpajou entrelaza las historias de cuatro mujeres en “Unicornio”

“El cine es mi manera de hablar con la gente y el mundo”, destacó la cineasta en una entrevista exclusiva con EscribiendoCine.

Natural Arpajou entrelaza las historias de cuatro mujeres en “Unicornio”
lunes 25 de septiembre de 2023

La unión femenina y la importancia del amor propio. Estas premisas atraviesan Unicornio (2023), el nuevo largometraje de ficción de Natural Arpajou, que este jueves llega a la pantalla grande de diversas salas cinematográficas de Argentina. Se trata de un filme que sigue a cuatro mujeres, Grace, Amanda, Diana y Lila, quienes buscan escapar del abuso, de relaciones amorosas tóxicas y de entornos familiares violentos. El barrio de Constitución resulta un refugio para abrazarse mutuamente y abrirse a nuevas experiencias colectivas.

Se trata de una película coral, ¿cuáles fueron las fuentes de inspiración para la historia de cada protagonista?
La historia surge de mis amigas y de mí. Yo soy muy amiga de las actrices Carolina (Ramírez) y Sofía (Dieguez), y nosotras tenemos nuestros momentos unicornios, que consisten en juntamos, ayudarnos y tener cosas que no le contamos a nadie.

Por otro lado, yo estuve viviendo cerca de Constitución, donde había un lavadero de ropa que siempre me llamaba la atención. Entonces, le pensé un personaje, y después planteé un lugar donde hacían las uñas, al que también le puse un personaje. Así surgieron los papeles de Nancy (Dupláa) y Camila (Azul Sosa).

Asimismo, el film se centra en las vicisitudes en torno a los vínculos, ¿qué consideraste para construir los lazos entre las mujeres?
Aunque algunas están acompañadas, ya que tienen familia o pareja, no están bien acompañadas, entonces, en esa soledad se encuentran y se ayudan a salir. Yo creo que, básicamente, todo el mundo viene un poco averiado y medio roto desde su historia, para bien o para mal, y eso te marca, así como también te marcan los vínculos presentes. Por lo tanto, ellas se apoyan con todas sus cosas, con lo roto y con lo sano. El espacio físico también las une, tanto a ellas como a todas las personas de Constitución, se teje como una telaraña.

La música tiene un importante rol dentro del film…
Sí, desde mi primer corto, en un momento la gente canta y tiene que ver con la trama. En Unicornio quise ir un poco más allá. Además, el día que empecé a escribirla fue porque estaba en mi casa escuchando una canción y me puse a bailarla. Recuerdo que tenía una ropa que se transparentaba y la sombra me pareció muy linda, entonces arranqué a escribir una historia sobre esa persona, y así comenzaron a entrelazarse todas, aunque, al final, esa persona no estuvo en la trama. Y el proyecto terminó en música, ya que lo hice con Julieta Venegas, que es otra de las mujeres que con su voz entrelaza todas las historias. El resto de la música la hizo Lucy Patané, con quien, de pronto, pensábamos '¿a ver cómo suena el amor?'. Y decíamos 'no hagamos la típica canción de amor erótica… ¡a ver cómo suena acá, o cómo suena esta persona sola!'. Repensamos un poco eso desde la música. Y las actrices también cantaron.

Uno de los ejes centrales de la película es la unión. Pensando en tu camino y profesión, ¿qué cuestiones sentís que te enlazan a otras personas a la hora de hacer cine?
Yo soy medio un bicho raro que no vivo el cine como un trabajo de tal hora a tal hora, sino que soy cineasta todo el día, entonces mezclo mucho, y termino haciéndome amiga. No siempre de todo el mundo, pero sí me interesan mucho los vínculos y afectos en los rodajes. Mi utopía es trabajar solo con gente que quiero y me quiere, sin embargo, no se puede siempre. Igual lo busco, y la gente con la que más me gusta trabajar es la que más respeto y con la que mejor vinculo tengo.

Es tu tercer largometraje de ficción, post Yo niña y Libre, ¿qué aprendizajes adquiridos en dichos filmes pudiste trasladar a esta nueva obra audiovisual?
Tiene que ver un poco con encontrar mi propio estilo, que yo digo que es un poco como la música de Julieta Vengas, medio agridulce, ya que tiene algo medio naíf y algo medio denso. Es algo que aprendí a ver desde mi primer corto hasta hoy, primero lo hacía inconscientemente. La verdad es que los cineastas no tenemos todo claro desde el día cero, vamos aprendiendo y mirando para atrás. También aprendí a tenerme un poquito más de confianza, y que cuando uno más honesto es con lo que quiere contar más va a llegar a las personas, va a haber una conexión. Todo eso más allá de los conocimientos técnicos.

Ante el venidero estreno comercial de la película, ¿cuáles son tus expectativas para su debut en pantalla grande?
Yo tengo prohibido en mi corazón, y además lo planteo en mis tutorías de guion, la palabra mensaje. En el sentido de que yo no creo que las películas den un mensaje, eso me suena a que alguien va a explicarle algo a otro. Y yo no tengo nada que explicarles, para mí es un diálogo, y el público completa. Cuando me preguntan de qué se trata la película, yo digo que no se trata de amor, sino que habla del amor. Espero que la gente pueda dialogar conmigo a través de la película, ya sea que la vean y me lo digan en una sala o en un festival, a través de las redes, o que simplemente se lo guarden. El cine es mi manera de hablar con la gente y con el mundo, siento que ahí hay una conexión directa.

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