Protagoniza “Casi Muerta”, en HBO Max

Diego Velázquez en una comedia que apunta directo al corazón

“La felicidad no está en vos si alrededor tuyo está todo para atrás”, reflexionó el actor en una entrevista exclusiva con EscribiendoCine.

Diego Velázquez en una comedia que apunta directo al corazón
jueves 07 de septiembre de 2023

Probablemente, ante la pregunta de qué significa morir, muchas personas piensen al instante en el cese de las funciones vitales y el abandono del plano terrenal. Aunque, indefectiblemente, todas van a pasar por este momento de la finitud humana, en el transcurso de sus vidas también pueden experimentar otro tipo de muertes, en un sentido más abstracto, por ejemplo, al transitar el final de un estado, una función o un vínculo. En el marco de la llegada de Casi Muerta (2023) a HBO Max -tras su paso por las salas de cine-, Diego Velázquez no solo compartió su experiencia en el film que protagoniza junto a Natalia Oreiro y dirige Fernán Mirás sino que, además, reflexionó sobre las premisas de la historia, tanto en la profesión como en la vida. “¡Tengo muchas ganas de hacer todavía!”, planteó.

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Sea por cuestiones personales, por superposición de actividades, o por tantos otros motivos, los equipos de un proyecto audiovisual y sus tiempos de realización pueden modificarse muchas veces. De hecho, en Casi Muerta, inicialmente, el protagonista masculino iba a ser un actor que, luego, no pudo continuar. Entonces, el director, Fernán Mirás, pensó en Diego Velázquez, con quien en 2012 había compartido el unitario Tiempos compulsivos (El Trece), y lo invitó a formar parte del largometraje.

“Había algo de trabajar con Fernán que me daba ganas, me cae muy bien, me gusta mucho como actor, e intuía que como director iba a ser interesante. Después, me entusiasmó que me propusiera una comedia romántica, que no es algo que me suelen ofrecer, ni hay mucho acá. Tener la oportunidad de jugar a eso, o probar algo de eso, me atraía, encima con Natalia enfrente, ¡era un montón!”, destacó Diego.

En cuanto a Oreiro, el actor estuvo por compartir varias películas con ella tiempo atrás, pero luego no sucedió por tema de agendas. Se encontraron por primera vez en su única escena conjunta en el film Las Rojas (2022) de Matías Lucchesi y aunque, más tarde, integraron la miniserie Santa Evita (2022), sus personajes no estaban en las mismas líneas temporales, por lo que no se cruzaron durante el rodaje. Finalmente, en Casi Muerta se dio la ansiada reunión actoral. “¡Ella es muy amorosa y ha sido muy generosa conmigo!”, elogió.

Sobre el resto del elenco central, con Ariel Staltari y Violeta Urtizberea nunca había conformado equipo laboral, mientras que con Paola Barrientos ya tenía una amistad y llevaba un largo recorrido artístico, desde 1998, realizando múltiples proyectos, incluso durante siete años fueron asistentes en las clases del director Ciro Zorzoli en la Escuela Metropolitana de Arte Dramático (EMAD).

Cuando ya te conocés hay algo que está construido al momento de ponerse a trabajar, que no hace falta ir a buscarlo. Hay un montón de gente con la que me encanta cruzarme. Si me invitan a un proyecto y está 'tal' persona, ya es un plus enorme, uno va encontrando afinidades a lo largo del tiempo. Sin embargo, también me atrae la posibilidad de encontrarme con alguien con quien nunca trabajé, porque hay un mundo de estímulos nuevos que no conozco, que me pueden ayudar a renovarme al momento de actuar. Uno mira distinto lo que no conoce. Aunque nuestro trabajo también tiene que ver con mirar todo como si fuera la primera vez, siempre”, explicó.

HASTA QUE LA MUERTE NOS SEPARE

En Casi Muerta, Velázquez interpreta a Javi, quien es amigo de toda la vida de María (Oreiro), aunque no han mantenido contacto durante el último año, ya que él estuvo trabajando en el exterior. Cuando la vida de ella pende de un hilo tras un episodio cardíaco, el reencuentro en el lecho de muerte, y la repentina revelación de que ella siempre estuvo enamorada de él, llevan a Javi a una confesión. María sobrevive inesperadamente y es enviada a su casa, con un diagnóstico terminal y la compañía de sus pares (Staltari, Barrientos). Por lo tanto, Javi debe hacer malabares para estar con sus amigos y, a su vez, mantener la relación con su novia (Urtizberea) en Uruguay.

A pesar de que la película argentina es una adaptación de la comedia vasca Bypass (2012) de Patxo Telleria y Aitor Mazo, hay diferencias entre ambas. Diego prefirió no ver dicho largometraje para no estar atado y, a su vez, porque Fernán le había anticipado que era muy distinto a la propuesta local. “Charlamos mucho, y estuvimos muy atentos, respecto a que el personaje generara empatía con quien estuviera viendo. Hay una situación base en la que él está en el medio de dos amores, que es algo muy transitado en el cine nacional de comedia. Entonces, era cómo encontrar la manera para que eso fuera realmente un problema para él, un lío emocional, y no se transformara en un 'piratón' que boyaba entre dos mujeres”, planteó.

El tono de la historia pertenece a la comedia, con hechos desopilantes y de enredos. Asimismo, fusiona circunstancias atravesadas por humor negro con momentos de drama y ternura. Acerca de su ingreso al género, el actor describió: “Uno tiene un montón de información de todo lo que vio, entonces entra con eso, sabe que está jugando con situaciones que lo ideal sería que causen gracia. No es lo mismo hablar de la muerte en distintos tipos de películas, o de directores. En este caso, Fernán es una persona que tiene un humor muy particular, es muy gracioso, y no lo abandona en ningún momento del día. Por lo tanto, en el rodaje todo estaba teñido de eso y, además, veníamos de una situación en la que él había estado coqueteando con la muerte, ¡él mismo hacía chistes sobre eso todo el tiempo!”.

LOS CAMINOS DE LA VIDA

'¡Ay! Decime la verdad, ¿Hoy qué harías? ¡Ay! Decime la verdad, si fuera tu último día…'. Con esa pregunta existencialista arranca la canción de la actriz y cantante Natalie Pérez, Último día, que también forma parte de los créditos del film dirigido por Mirás. Incluso es uno de los interrogantes que el público reflexiona tras visualizar el relato audiovisual. Sobre su propia vida, Velázquez consideró: “Si te queda un día, mucho no podés hacer… ¡Se me ocurren cosas que no entran en un día! Sería ver a mis seres queridos, pensar qué comer… ¡Prefiero no enterarme! Me haría el boludo, como si no escuché nada, y sigo para adelante”.

Un concepto vinculado al ámbito teatral, en el que el actor se desempeña desde hace varias décadas, es el del 'aquí y ahora', ya que, por diversos factores, cada función resulta única e irrepetible. Llevando esta idea a su cotidianeidad, y ante el interrogante de si disfruta realmente el día a día, respondió: “Vivo como la mayoría, que es como puede. Me causan bastante rechazo todos esos discursos de moda, medio de autoayuda, de disfrutar el ahora. Estamos viviendo momentos muy complicados, dudo de aquel que diga que es feliz todo el tiempo. Si uno vive el 'aquí y ahora' en su plenitud, nuestro 'aquí y ahora' es un quilombo. Entonces, uno tiene que encontrar maneras de poder abstraerse de eso; estar conectado todo el tiempo con la realidad es muy duro. Y tiende a ganarme la realidad, por eso dudo de esos mensajes de 'la felicidad está en vos'. La felicidad no está en vos si alrededor tuyo está todo para atrás”.

Por otro lado, a lo largo de su trayectoria, encarnó eclécticos personajes y contó singulares historias. No obstante, confesó que le cuesta volver a verse en pantalla. “Siento que tengo muchas ganas de hacer todavía, de encontrar proyectos nuevos que me permitan perfeccionar aquello que siento que en los que pasaron no estuvo tan bien. Es una energía vital tan grande armar algo y formar parte de un grupo creativo, ya sea con personas con las que venís trabajando o con gente que te encontrás por primera vez. En ese sentido, sí trato de estar en el presente, en foja cero, y ver qué sigue”, manifestó.

Entre la vida y la muerte en el arte. En base a su propia experiencia, sentimientos y pensamientos, el protagonista del film recientemente estrenado en HBO Max reflexionó: “Creo que la muerte en el arte puede ser la falta de deseo. Eso es lo que, por lo menos a mí, me mueve. Me parece que hay una muerte cuando la cosa se transforma en un trámite, cuando deja de haber peligro al embarcarse en un proyecto, o al intercambiar con personas. Asimismo, sería una especie de muerte del arte el exceso de mercado, que lo único que importe sea aquello que rinde, y que sean los términos del mercado los que rijan que algo se haga o deje de hacerse”.

DE LA PANTALLA AL ESCENARIO

Actualmente, Velázquez participa de dos espectáculos: por un lado, Escritor Fracasado, los miércoles a las 20, en el Teatro Picadero (Pasaje Enrique Santos Discépolo 1.857, Capital Federal), que consiste en una adaptación del cuento homónimo de Roberto Arlt, que fue escrito en 1933, pero sorprende su notable actualidad y, por otro lado, Fantasmatic invocación Stanislavski, los domingos a las 18, en El Portón de Sánchez (Sánchez de Bustamante 1.034, Capital Federal), donde los intérpretes llevan adelante situaciones o instantes fugaces con el fin de lograr que emerja la emoción de manera sincera, como pedía el artista ruso.

“Aunque siempre decimos que en el teatro ninguna función es igual a la otra, en Escritor Fracasado eso es muy rotundo, porque la obra es tan a público… Yo uso eso, ellos son como mis compañeros de cada función, y pasan cosas muy distintas. Mi tarea también es que quien está escuchando entienda, ya que el texto es muy complicado, incluso de leer. Se trata de un personaje antipático y yo busco que, a pesar de eso, tengan empatía con él, que les produzca esa especie de contradicción de ver lo humano en un ser desagradable”, postuló el actor.

Acto seguido, acerca de Fantasmatic transmitió: “Me da mucho placer hacerla. Empezamos a trabajar desde el espacio y la actuación, no desde una obra escrita, todo fue creación colectiva, llevada por el director Ciro Zorzoli, pero con materiales del elenco. Entonces, ahí hay una raíz más profunda y personal, en relación con los temas y las situaciones que nos tocan jugar, ¡me divierte mucho! Además, es encontrarme con mis compañeros en cada función, con miradas dispuestas a compartir en escena y a poner en riesgo lo que cada uno considera de la profesión. Yo no creo en los saberes fijos de la actuación. A medida que va pasando el tiempo, por ahí, por momentos, creo en cosas que antes no, y voy probando y, tal vez, aquello que alguna vez me funcionaba, ahora no tanto. ¡Es una cosa viva la actuación!”.

PRÓXIMAMENTE

En el ámbito cinematográfico, Diego aguarda el estreno de dos largometrajes: El agrónomo de Martín Turnes y Hombre muerto de Andrés Tambornino. En el ámbito teatral, en octubre retomará la gira internacional de La obra (Grupo Marea) de Mariano Pensotti. Tras su paso por Viena y Atenas, la puesta escénica arribará a ciudades como París y Girona.

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