Crítica de “Karaoke”, una emotiva comedia israelí sobre el matrimonio

Meir (Sasson Gabay) y Tova (Rita Shukrun) son un matrimonio que vive en Tel Aviv desde hace muchos años. Su relación es tranquila y rutinaria, y cada uno tiene su propia personalidad, lo que influye en su relación con los hijos. Sin embargo, todo cambia con la llegada de Itzik Martziano (Lior Ashkenazi), un nuevo vecino que reside en el mismo edificio. Itzik invita a Meir y Tova a un karaoke en su departamento, mostrándoles un estilo de vida novedoso y presentándoles a nuevas personas. Esto provoca que la pareja se relacione más con Itzik y despierta en ellos el deseo de retomar aspectos de sus vidas.

Es interesante destacar cómo el estilo visual de la película refleja la situación de la pareja. Los primeros planos se centran en los rostros de los personajes, permitiéndonos adentrarnos en sus emociones y generando curiosidad sobre sus pensamientos y acciones. Además, se muestra la expresión de cada personaje en relación con el otro. Meir es más callado y reflexivo, pero su comportamiento cambia con la llegada de Itzik. Por otro lado, Tova se vuelve más comunicativa y expresa sus pensamientos y acciones en relación a Meir.

Resulta atractivo que un tercer personaje sea el catalizador de cambios en la vida de los dos protagonistas, así como en la dinámica del edificio y las relaciones con los vecinos. La tensión surge a través del comportamiento de Itzik, quien encarna una mayor libertad y posee ideales que influencian a Meir y Tova, especialmente en las decisiones que han tomado a lo largo de sus vidas. Esto se manifiesta inicialmente en cambios estéticos en su vestimenta, pero también genera un cambio en su relación como pareja. Itzik los impulsa a reflexionar sobre la relación que llevan, lo cual se muestra al final cuando cada uno expresa sus pensamientos sobre el otro y la situación de la pareja hasta ese momento. Itzik es el personaje que provoca este cambio en el matrimonio y en sus comportamientos, y todo comienza a partir de una perspectiva estética. El karaoke, además, es un elemento importante que marca el momento en que Meir cambia su actitud, lo que implica un cambio significativo en la trama principal.

Karaoke es un relato directo y concreto sobre la relación de una pareja y la reflexión acerca del paso de los años, la relación con la juventud, los hijos y la familia. A través de la música y elementos cómicos, se exploran los conflictos generados por las diferentes personalidades, centrándose en los protagonistas y en la dinámica de su relación, así como en las emociones surgidas de su interacción.