Crítica de "Lo sagrado": Julio Chávez entre lo sagrado y lo profano

La trama se desenvuelve alrededor de Rafael (Juio Chávez), un filósofo y escritor que ha encontrado refugio en un pintoresco pueblo costero, azotado por los vientos del mar, que acaba de concluir su último libro, titulado "Lo sagrado". Un relato que se sumerge en los cuatro años de convivencia con una mujer y su hijo, un niño pequeño, cuyo paradero ha sido desconocido para Rafael desde entonces.

La tranquila existencia de Rafael se ve alterada abruptamente cuando Gael (Rafael Federman), el niño ahora convertido en hombre, aparece inesperadamente. Su visita tiene un único propósito: exigir el cumplimiento de una antigua promesa hecha por Rafael.

Entre los escombros del pasado y las olas tumultuosas del presente, se despliega una noche de revelaciones y enfrentamientos emocionales. Rafael se ve obligado a confrontar las verdades incómodas que ha evitado durante tanto tiempo, mientras que Gael busca respuestas y redención en la figura de su antiguo padrastro.

La dirección de Chávez se distingue por su ejecución impecable, logrando mantener un ritmo ágil que transita con maestría entre momentos de profunda introspección y confrontaciones explosivas. Mientras que el texto, cargado de simbolismo y profundidad, explora temas universales como el amor, la lealtad y la búsqueda de significado en un mundo turbulento.

Lo sagrado, que se presenta como un viaje introspectivo hacia el núcleo mismo de la condición humana, invita al espectador a reflexionar sobre sus propios conceptos de lo sagrado y lo profano, recordándonos que la búsqueda de significado es intrínseca a la experiencia de vida.