Crítica de la segunda temporada de "Ted Lasso", la receta para una vida más agradable

Caracterizada por su sano sentido del humor, Ted Lasso se convirtió en una de las mejores series de comedia de los últimos años. 

Jason Sudeikis se pone en la piel del, hasta ahora, personaje de su vida. Ted es un entrenador de futbol americano que es contratado para dirigir al AFC Richmond, un equipo de la Premier League inglesa. El dilema es su desconocimiento por el fútbol (o “soccer”, como lo llaman en Estados Unidos) que lo trata de suplantar gracias a su bondadosa manera de ser. Con este auspicioso gancho, la carta de presentación del piloto es apenas la punta del iceberg de lo que veremos a lo largo del par de temporadas. Hoy en día, hablar de Ted Lasso es sinónimo de risas, emoción y esperanza.

Cuando nos ponemos a pensar en las claves del éxito de esta serie, las respuestas terminan saliendo de manera natural. Por un lado, el trasladar a un personaje ciento por ciento estadounidense (con su característico acento del medio oeste norteamericano), a un territorio diferente como el inglés genera un impacto inmediato. La convivencia de las dos culturas y, sobre todo, que el personaje principal se sienta un “sapo de otro paso” son el motor para nuestra empatía. Por otro lado, el respeto hacia cada personaje, y la profundidad para desarrollar cada uno de ellos, hacen que la serie sea una extraordinaria historia coral repleta de excelentes momentos.

No es exagerado decir que Ted Lasso es el mejor producto que nos regaló el streaming de Apple hasta el día de hoy. Luego de su merecido triunfo en los Premios Emmy por su primera temporada, esta comedia continúa avanzando a paso firme. La segunda entrega es aún más graciosa, profunda y ambiciosa. El show necesitó de una primera parte para preparar el terreno, mostrarnos a cada personaje y evidenciar los vínculos actuales y posibles entre cada uno de ellos. Queriéndonos introducir en la historia, los diez episodios iniciales funcionan a la perfección. Sin pestañar, se convierten en un viaje de sensaciones que no vamos a querer finalizar.

Ted liderando a un particular grupo de jugadores de fútbol. Rebecca, la presidenta del Richmond e interpretada por Hannah Waddingham (ganadora del Emmy por este rol), buscando hacer lo imposible para vengarse de su ex esposo -y ex dueño del club-. El duro -en apariencias- Roy Kent, personificado de manera increíble por Brett Goldstein (ganador del Emmy por este papel), un futbolista que fue un emblema y hoy está cerca del retiro. Estos son algunos de los magníficos protagonistas que la serie tan bien desarrolla. Sin embargo, al ponernos a reflexionar, los nombres de los personajes imprescindibles fluyen como agua en un río. La modelo Keeley, la estrella Jamie Tartt, Nate, el Coach Beard son algunos de los que podemos mencionar al grito de “¡Futbol is life!” (frase icónica de Dani Rojas, único jugador latino que veremos en la serie).

Si bien la primera temporada dejó la vara muy alta (a muchos nos logró salvar el encierro ocasionado por la pandemia), el difícil reto de la continuidad no fue escollo para Lasso y compañía. Episodios más extensos (pasaron de 20 a 45 minutos), mayor profundidad en la historia de los personajes secundarios, vínculos más dinámicos (como la vida misma) y hasta el lujo de una lluvia de referencias a la cultura pop y al cine (el episodio nueve es un homenaje a la película Después de hora/After Hours de Scorsese) son algunos de los elementos más destacados de los nuevos capítulos. Capaz de expandir su universo, Ted Lasso no se queda en lo llano, toma vuelo y se posiciona como la mejor serie de comedia de la actualidad.

No es necesario que seas un amante del fútbol para que te puedas enamorar de esta serie. El deporte es una excusa para exteriorizar los miedos, la comicidad y los sueños de la vida. Cada personaje se sale de su zona de confort a lo largo del show y eso, sin lugar a dudas, logra despertar nuestro interés y nuestra solidaridad. Es que es inevitable: vamos a querer ayudarlos. Vamos a querer tenerlos de amigos. Vamos a querer tener un entrenador como Ted. Vamos a querer alentar por el Richmond.

Las dos temporadas completas de esta serie se pueden ver a través de Apple TV. Renovada para una tercera parte, tenemos aquí al plan obligatorio para los defensores de las comedias sin clichés ni agresiones. Hoy, con el diario del lunes, podemos confirmar que fue un mimo al alma que el show se haya estrenado durante la pandemia. Como un formula infalible, como la receta para un mal momento, una dosis de Ted Lasso durante todos los días hace que todo sea un poco más agradable. Nuestros problemas no se irán, pero, durante la vivencia de estos episodios, numerosos rostros quedarán congelados con una sonrisa de punta a punta.