MUBI - 9 Puntos

Crítica de “Funeral de Estado” obra maestra del ucraniano Sergei Loznitsa

Este documental recupera las imágenes capturadas del funeral de Josef Stalin en 1953, archivadas por la censura por mucho tiempo, para hacer un exquisito trabajo sobre el material de archivo que provoca sensaciones contrapuestas.

sábado 22 de mayo de 2021

Este trabajo del director de Donbass (2018) tiene la capacidad de exponer un material magistralmente filmado en 1953, tanto en color como en blanco y negro, que muestra al estilo de Leni Riefenstahl la magnificencia alrededor del líder fallecido y los múltiples eventos realizados para conmemorarlo. 

Sin embargo, fiel a su estilo Sergei Loznitsa no crea un contrapunto con lo que vemos casi setenta años después. Simplemente nos muestra al estilo Dziga Vértov y con sumo detalle el culto al hombre realizado por la Unión Soviética (como a tantos regímenes del siglo XX, de izquierda y derecha) que generan extrañeza desde los ojos de hoy.

Los eventos de Funeral de Estado (State Funeral, 2019) son representados de manera satírica -y burlona- por la reciente cinta inglesa La muerte de Stalin (The Death of Stalin, 2017), un dato que ayuda a identificar personalidades y situaciones de una y otra película. Desde burócratas, jefes de Estado, hasta directores de orquesta pueden reconocerse.

Pero el trabajo de Loznitsa es magistral por el exquisito montaje sobre el material preexistente, que muestra a las hordas de gente desplazarse bajo una intensa nevada para despedir a su líder y figura suprema, gente común amontonada alrededor de los monumentos a la intemperie en condiciones climáticas de frío extremo, trasladando coronas de rosas al mismo tiempo, en diferentes partes del extenso territorio de la Unión Soviética.

Funeral de Estado es la crónica de los eventos filmados con maestría por los entonces mejores directores del Kremlin, y montado con sentido crítico por Loznitsa, quien sobre el final pone una placa con datos que marcan el punto de vista del director sobre el hecho retratado. 

También, la película muestra el fin de una época, de la fidelidad incondicional de un pueblo, en un momento de quiebre de la utopía para la Unión Soviética. Desde el siglo XXI el relato queda atravesado por el revisionismo histórico, con información que tiene el espectador contemporáneo sobre un hecho del pasado. Una mirada crítica y profundamente diferente al tiempo y espacio en que las imágenes fueron capturadas. Esto convierte al registro del final de un hombre en una reflexión que trasciende a la persona, tan fascinante como compleja sobre los rituales de pleitesía en la historia de la humanidad.

9.0
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