Crítica de "Los últimos": Manos de tinta

"Los Últimos" (2019), dirigido por Pablo Pivetta y Nicolás Rodríguez Fuchs, es un documental que retrata a los estampadores de carteles y afiches en el ocaso de su profesión.

Crítica de "Los últimos": Manos de tinta

La película se centra en preservar el legado de estos trabajadores, ofreciendo un enfoque atractivo y sencillo sobre la transición de objetos y máquinas que quedan en el pasado. Es un testimonio concreto y simple sobre el fin de una era, pero también sobre la herencia de algo que aún puede perdurar.

Bajo una estética pausada y con cámaras fijas, la película nos sumerge en la vida de diversos talleres de imprenta en tinta de la ciudad de Buenos Aires. Estos talleres continúan con su rutina diaria, pero se enfrentan al declive de su trabajo, ya no mantienen el mismo ritmo de años anteriores y se encuentran en riesgo de cerrar y vender todo. En este contexto, una pareja de jóvenes, él francés y ella aparentemente argentina, expresan su deseo de adquirir y continuar con la tradición de imprimir libros en tipografía.

La trama sigue a esta pareja mientras recorren los talleres en busca de máquinas y piezas en desuso. A medida que negocian precios, descubren cómo el valor de estos objetos, que alguna vez fue considerable, ahora es difícil de determinar y casi insignificante. La historia se enriquece al contar desde el punto de vista de los trabajadores de cada taller, con sus diferentes edades, perspectivas sobre el negocio, y reflexiones sobre el pasado y el futuro.

La película se sumerge en lo lúdico y lo onírico, especialmente al centrarse en las máquinas y las piezas de imprenta. Los objetos, letras, piezas y colores ocupan toda la narrativa, creando un relato manierista y mecánico que se aparta de lo convencional. Esto demuestra que incluso desde una mirada neurótica se puede narrar un mundo singular y fascinante.

Aunque la película podría haber optado por un estilo más dinámico en las entrevistas y en la representación de los espacios de trabajo, su enfoque directo y concreto permite que la historia se desarrolle de manera auténtica. Nos muestra cómo los trabajadores se esfuerzan y se dedican por completo a su labor, y nos presenta la relación entre el hombre y la máquina, donde el dominio del artefacto antiguo por parte del viejo hombre es esencial para su funcionamiento adecuado.

El desenlace de la película retoma la metáfora del maestro enseñando al aprendiz a dominar la vieja máquina, ofreciendo una idea romántica de preservar lo que está en peligro de desaparecer, lo cual podría resultar atractivo para el público joven. En definitiva, la película ofrece una mirada íntima y conmovedora sobre la pasión y el esfuerzo necesario para mantener viva una tradición en peligro de extinción.
 
 

7.0
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