Crítica "Luces azules": Lucas Santa Ana y un retrato de la condición humana

En este microcosmos social que se despliega durante la celebración, se desentrañan los entramados emocionales y psicológicos de los personajes, revelando capas de profundidad y conflicto que reflejan las complejidades inherentes a la condición humana. El evento, lejos de ser una mera ocasión festiva, actúa como un catalizador que pone al descubierto verdades ocultas, tensiones latentes y deseos reprimidos, todo ello tejido con maestría por la pluma de Gustavo Pecoraro.

A medida que la trama se desarrolla y los personajes interactúan, se plasma un retrato íntimo de las relaciones interpersonales en constante evolución. La narrativa explora diversas temáticas profundas con una sensibilidad y enfoque notable. Desde el amor hasta la pérdida, pasando por el VIH y las dinámicas cambiantes de las relaciones LGBTIQ+ en un mundo en evolución.

Uno de los temas principales que aborda la película es el de la vejez, tanto en la comunidad LGBTIQ+ como en la heterosexual. A través de los personajes, se examinan las experiencias únicas y los desafíos que enfrentan al envejecer en una sociedad que a menudo desatiende o estigmatiza a los mayores. La representación del VIH también es crucial en este contexto, mostrando cómo esta enfermedad continúa afectando a las comunidades LGBTIQ+ y cómo sus relaciones se ven moldeadas por esta realidad.

Sin embargo, lo que realmente destaca en Luces azules es la manera en que entrelaza estos temas con la exploración de las relaciones interpersonales y la noción de familia. El grupo de amigos no solo comparten lazos de amistad, sino que forman una familia elegida que enfrenta sus propios conflictos, aspiraciones y deseos. Esta representación de la diversidad familiar subraya la idea de que la familia va más allá de los lazos sanguíneos y nos recuerda que el apoyo y la conexión pueden encontrarse en las personas que elegimos tener cerca.

Las actuaciones del elenco, encabezado por nombres como Ernesto Larresse, Claudio Da Passano, Fernando Dente y Osmar Núñez, dan vida en personajes ricos y multifacéticos, permitiendo al espectador sumergirse por completo en sus historias y contradicciones.

Luces azules se erige así en un crisol de experiencias y emociones, donde el espectador se ve inmerso en un viaje introspectivo que nos confronta con nuestras propias vulnerabilidades, aspiraciones y contradicciones, recordándonos la fugacidad de la existencia y la importancia de los lazos que nos unen en este efímero viaje llamado vida.