Crítica de "Mar de fondo", la serie juvenil belga mas polémica que "Élite"

Protagonizada por Pommelien Thijs, Willem De Schryver y Eliyha Altena, la serie de diez episodios narra un verano tenso en la costa belga, donde un grupo de amigos de la alta sociedad enfrenta la cruda realidad de la edad adulta, entrelazada con temas de amor y las expectativas sociales.

Aunque Mar de fondo podría parecer una imitación de dramas adolescentes al estilo de la española Élite, logra encontrar su propio rumbo al explorar las complejas relaciones entre padres e hijos. Este aspecto es donde la serie alcanza su verdadero significado y se desmarca de la típica narrativa adolescente. La trama, envuelta en misterio, traiciones y engaños, logra mantener la atención del espectador, a pesar de no ofrecer algo completamente innovador.

Uno de los puntos fuertes de Mar de fondo es su guion equilibrado, que juega de manera justa con los límites de la narración televisiva sin sobrepasarlos. Aunque no alcanza el estatus de ser revolucionaria, logra entretener con un thriller competente. El triángulo formado por los tres protagonistas principales funciona bien, respaldado por actuaciones convincentes que dan forma a una historia entretenida. Además, la narrativa destaca por sus escenas subidas de tono, lo cual la posiciona como una propuesta más atrevida en comparación con otras producciones juveniles.

Mar de fondo puede carecer de originalidad en su premisa, pero su capacidad para explorar relaciones complejas y entretener, junto con las actuaciones sólidas de su elenco, aseguran que la serie cumpla con las expectativas, aunque no sea necesariamente revolucionaria.