Gaumont
Crítica de “Mujer Perseverante”, documental sobre el valor de una comunidad y su bello entorno en La Puna
La directora y productora Soledad San Julián nos presenta a Rosario Quispe, fundadora de una asociación de mujeres tejedoras de diversas comunidades aborígenes, nominada al Premio Nobel de la Paz en 2005.
Los atractivos paisajes del noroeste argentino, prodigiosamente capturados por las cámaras de alta definición, son indivisibles de las poblaciones autóctonas que los habitan. Esto queda muy claro en la construcción de éste documental que se cuenta con el poder de sus imágenes, sin necesidad de recurrir a voces en off ni entrevistas.
El hilo conductor de la historia es Rosario Quispe y su creación, Warmi Sayajsungo (en quechua, mujer perseverante), una organización que ayuda a más de 6000 personas y consiguió instalar la primera Universidad de La Puna, donde actualmente se forman decenas de jóvenes de la zona.
Los recursos audiovisuales hacen sentir que estamos ante una ficción no actuada, el uso simbólico de las imágenes es constante y eso pone en alerta al espectador, el cual tiene un rol activo de empatía con la naturaleza y las comunidades que se presentan.
El proyecto de Soledad San Julian tiene más de 10 años y un espíritu cooperativista, que se siente genuino por lo natural del relato y la clara admiración por el emprendimiento y los beneficios que éste brinda.
La ausencia de una locución que haga las narraciones es la clave del estilo cinematográfico de Mujer perseverante (2023). Un relato que va desde lo personal hacia lo general, siempre entrelazando el trabajo de los individuos en comunidad con la naturaleza, de una manera metafórica pero evidente.
