Crítica de “Juicio al Diablo”, la estafa de los Warren y el caso real que inspiró a las películas

Estamos ante un producto con todos los efectos de un programa de televisión sobre eventos paranormales: testigos, especialistas y la reconstrucción de los hechos con mucha manipulación. Sin embargo, son las múltiples vueltas de tuercas sobre el caso descrito lo que hace que Juicio al Diablo (The Devil on Trial, 2023) sea una atractiva propuesta.

Todo empieza de la misma forma que una infinidad de películas sobre exorcismos: un evento sobrenatural, un niño inocente con extraños comportamientos, una familia aterrada, curas y pruebas que confirman la teoría de la posesión demoníaca. En ese instante aparecen en escena los Warren, los verdaderos especialistas en sucesos paranormales representados en clave de superhéroes en las películas de El conjuro (The Conjuring, 2013).

Fiel a su formato verídico, este documental muestra otra cara de los especialistas Ed y Lorraine Warren, deslizando la teoría de que son meros impostores detrás de un negocio lucrativo. El punto que generó un quiebre en su credibilidad fue el juicio a Arne Cheyenne Johnson, también conocido como el caso «El diablo me hizo hacerlo», es el primer caso en un tribunal de los Estados Unidos en el cual la defensa del acusado usó como argumento de inocencia la posesión demoníaca para obtener la absolución del homicida.

La cosa arranca antes, con el exorcismo de David Glatzel, a principios de la década del ochenta. En el ritual el demonio pasó -supuestamente- del niño al victimario, Arne Cheyenne Johnson, de 19 años, el novio de Debbie, la hermana mayor de David. Varias semanas después, el 16 de febrero de 1981, Johnson apuñaló a su casero, Alan Bono, de cuatro puñaladas. También aparece implicada la madre, quien manejó la situación de su hijo poseído de forma extraña.

En desentrañar la veracidad de los hechos trabaja el director y guionista Chris Holt, culminando con el juicio propiamente dicho y un testimonio clave para revelar la verdad detrás de los misteriosos acontecimientos descritos en el llamado Expediente Warren.

Juicio al Diablo es una atractiva propuesta porque encuentra en sus giros narrativos la manera de sorprender al espectador, dando una mirada diferente alejada del género, aunque nunca del horror real.