Crítica de "Los delincuentes", Rodrigo Moreno y un viaje hacia la libertad y la esperanza

Los personajes principales, Roman y Moran, interpretados magistralmente, son dos empleados bancarios en Buenos Aires que se encuentran cansados de la monotonía de sus mal remunerados trabajos. La película captura de manera efectiva la frustración y el aburrimiento que experimentan, dejando claro que están anhelando algo más en sus vidas.

La imagen naturalista de Buenos Aires, al igual que la lograda por Fregonese en su época, se convierte en un elemento distintivo de Los Delincuentes. Rodrigo Moreno utiliza este enfoque para sumergirnos en la realidad de la ciudad, permitiéndonos experimentar las vidas de los protagonistas y sus relaciones con sus seres queridos. El realismo con el que se retratan los autobuses, los cafés y los impresionantes edificios "art nouveau" de la ciudad crea un telón de fondo auténtico y vívido para la trama.

La descripción detallada de las vidas casi miserables de los empleados bancarios, atrapados en trajes y corbatas mientras atienden a los clientes, es particularmente impactante en la primera parte de la película. Estos momentos nos llevan a empatizar con los protagonistas, comprendiendo sus frustraciones y su anhelo de una vida diferente. La excelente actuación y la dirección nos sumergen en su realidad, haciéndonos sentir su desesperación y anhelos.

A medida que la historia avanza y los personajes deciden robar una suma equivalente a lo que recibirían en toda una vida de trabajo, somos testigos de su transformación en delincuentes y su búsqueda de una nueva forma de vida. En su huida, abandonan la ciudad y se aventuran en el campo, buscando la felicidad y un nuevo comienzo. Este cambio de escenario representa un renacimiento para ellos, una oportunidad de encontrar nuevas vidas y, quizás, el amor.

Los Delincuentes no solo rinde homenaje a la obra de Hugo Fregonese, sino que también marca un paso importante para el cine argentino al acercarse a la nueva ola cinematográfica. Rodrigo Moreno logra capturar con brillantez la esencia de esta corriente, entregando una película que combina elementos clásicos con una visión fresca y contemporánea. La narrativa envolvente, la arquitectura y las interpretaciones cautivadoras se unen para crear una experiencia cinematográfica emocionante y conmovedora.