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Crítica de “Los convencidos”, Martin Farina y los sofistas modernos

El director de “Mujer nómade” y “El fulgor” filma en cinco capítulos y no más de una hora, a una serie de carismáticos personajes dispuestos a seducir con su discurso a sus pares en acalorados y jugosos debates.

jueves 20 de abril de 2023

Es interesante la capacidad del también director de Cuento de chacales (2017) y El liberado (2018) de reposar el ojo en situaciones en apariencia intrascendentes para extraer de ellas un atractivo único. Los convencidos (2023) es una película de diálogos, de seducción discursiva, del placer por el debate, en definitiva, de personajes seguros de tener la razón y buscar convencer al prójimo.

Familiares, amigos y conocidos del realizador de todas las edades, son presentados con y por sus teorías, ya sean económicas, políticas, esotéricas o simplemente puntos de vista (éticos/morales) sobre una película. El debate presenta una tensión, no en función de pelea sino de artimañas para argumentar frente al otro y convencerlo del punto de vista propio. Todos tienen una razón que levantan con orgullo como una bandera.

Farina, que viene de estrenar El fulgor (2021), película completamente visual con todos los colores del carnaval de Gualeguaychú y casi sin diálogos, hace un giro hacia el otro extremo. Charlas en espacios cerrados con una estética en blanco y negro. En esa lógica presenta a una adolescente con una teoría para invertir dinero y jubilarse a los veintipico, un hombre que discute teorías económicas con su madre mientras le arregla la cocina, luego en una comida con amigos dialoga sobre la educación católica y los abusos cometidos por los curas, un grupo de amigos que debaten acaloradamente después de un partido de fútbol los vaivenes éticos del protagonista de Hambre de poder (The Founder, 2016), la película sobre el creador de McDonalds, y el dibujante Sergio Langer y su amigo Willy Villalobos discuten el falso progresismo de Roma (2018) de Alfonso Cuarón mientras preparan una cena.

Lo cotidiano se despliega con absoluta naturalidad para entrar en un debate intelectual repleto de ideas y pasión. Es esa pasión por argumentar, por poner en palabras principios y reflexiones lo que se destaca de la película. Porque Los convencidos no toma ninguna postura sobre los debates, simplemente los muestra y a los personajes que le dan forma, con sus motivaciones y contradicciones, sin juzgar nunca. Un relato sobre el placer de debatir, sea de lo que sea.

8.0
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