Crítica de "Ceros y unos", un decepcionante Abel Ferrara en un mundo distópico

La narrativa introduce una multitud de personajes y fuerzas apocalípticas que orbitan alrededor de JJ, un soldado estadounidense en una misión misteriosa en Roma. El personaje de Hawke se presenta como un ser etéreo e impasible, personificando la paranoia y el desorden que prevalecen en el universo distópico en el que se desenvuelve..

Si bien la atmósfera surrealista de la película y la incorporación de comportamientos pandémicos nos resultan familiares, el intento de Ferrara de combinar una crisis de salud con un thriller político parece superficialmente explorado y periférico a la trama principal. No está claro por qué el director decidió moldear sus miedos y paranoias en la narrativa de la película, lo que finalmente deja al público confundido y exhausto.

Uno de los mayores fallos de la película es la falta de personajes femeninos que trasciendan los estereotipos básicos. En su lugar, hay una proliferación de madres, prostitutas, mujeres fatales y seductoras, lo cual resulta innecesario y decepcionante.

Ceros y unos es una película difícil de descifrar, cuya narrativa lógica parece surgir de la música que permanece constante de principio a fin. Si bien la actuación de Ethan Hawke es correcta, la trama confusa, la falta de motivación clara y la ausencia de personajes femeninos atractivos dejan mucho que desear. Es una pena que un director con la reputación de Ferrara, premiado en Locarno por esta obra, no haya entregado una película más coherente y atractiva.