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Crítica de “Más respeto que soy tu madre”, la comedia de fin de año

La historia basada en el libro de Hernan Casciari, llevado con éxito al teatro por Antonio Gasalla, transcurre en los días previos al fin de año de 1999.

viernes 30 de diciembre de 2022

“Extravagante, inconcebible y absurda”. Así definen a la familia Bertotti en la película, pero bien podría ser también una referencia al tono y registro empleado por el director Marcos Carnevale en esta producción. Una suerte de grotesco realizado a fuerza de gritos e insultos sin razón.

Mirta (Florencia Peña), la jefa de la familia Bertotti, conduce los destinos de su hogar mientras trata de ayudar al nono Don Américo (Diego Peretti) que cumpla con la promesa realizada a su abuelo de mantener abierta la pizzería hasta el año 2000. Fin de una era, fin de un ciclo y el fin de año, arman una historia con aires de melancolía y renovación.

La película funciona porque la historia es consistente, Casciari participa del guión y le da un formato cinematográfico que estructura la trama con ritmo y frescura. Pero la dirección de Carnevale parece no decidirse entre el tono burlón o el melodrama familiar. Esa indecisión encuentra un choque entre la caricatura de sus personajes -exagerados para la comedia de situación- y el tono dramático para retratar los momentos tristes de la familia. Algo que Gasalla resolvía con gracia y encanto sobre el escenario.

De esta forma las malas palabras y los chistes escatologicos parecen la única chance de humor en una comedia de trazo grueso, con actuaciones desmedidas y características extravagantes que lejos de criticar, refuerzan los clichés sociales. Los pobres son así ridículos (aunque orgullosos de serlo), los locos divertidos y los malos burócratas o hipócritas. El tono era fundamental para que el film no caiga en el humor tonto y pasajero y poder hablar de otra cosa. Algo que a la película le cuesta horrores.

La versión cinematográfica de Más respeto que soy tu madre (2022) es entonces una comedia funcional dentro de un humor local efectivo para quien conoce el estereotipo retratado. Pero se pierde la oportunidad de trascender el chiste fácil y establecer una relación con las épocas esbozadas en las distintas generaciones de la familia, algo que estaba en el texto original. En definitiva, presenta un entretenimiento oportunista y eficaz pero no logra desmarcarse de otras producciones costumbristas de origen televisivo.

5.0
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