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Crítica de “Los ladrones: La verdadera historia del robo del siglo”, contada por los protagonistas

Si algo deja en claro el documental de Matías Gueilburt es que la película con Francella y Peretti se quedó muy pero muy corta con respecto a la descripción de los personajes reales.

domingo 14 de agosto de 2022

Hay películas que se destacan por su fascinante historia, otras por la construcción de personajes memorables. Los ladrones: La verdadera historia del robo del siglo (2022) contiene ambas virtudes: su historia es increíble y sus personajes fascinantes.

El top de estos personajes (en todo sentido) es Fernando Araujo, El Artista e ideólogo del robo, uno de esos tipos que al estilo Maradona, tira una máxima cada tres frases. Matías Gueilburt explota el espíritu delirante del hombre y convierte al documental en una divertida comedia. Con un tono risueño cuenta la épica hazaña (así se plantea el atraco) como si fuera obra de un genio loco que solo puede surgir de la idiosincrasia nacional.

“No tengo problema con el capitalismo, solo quería un poquito de su negocio” dice en un momento, o “es un robo artístico, por eso lo llamamos Plan Donatello, no por el artista del renacimiento sino por Las Tortugas Ninja”, o incluso. Lo divertido no es solo el relato sino la seriedad y supuesta filosofía que expresa al respecto el protagonista. Gueilburt consciente de esto presenta su discurso con una puesta en escena atractiva y un montaje elocuente para convertir el discurso en un espectáculo.

El film sigue la estructura narrativa de la película de atracos: aparición de la dea, presentación de los personajes y sus roles, la planificación rigurosa y la puesta en marcha del robo en sí mismo. Ahí aparecen los otros integrantes de la banda de ladrones: Mario Vitette Sellanes, Rubén Beto de la Torre (El hampon), Sebastián Garcia Bolster (El ingeniero) y Miguel Sileo (El negociador); algunos con algunas frases efusivas como las del ideólogo, que Gueilburt cruza por montaje y marca con gracia las distintas posturas. 

El robo del Banco Río de Acasuso en el año 2006 funciona de contexto para entrar en la psiquis de estos intrépidos personajes. Una banda de improbables delincuentes que curiosamente llegó a realizar el robo perfecto. Ese contrapunto es el eje del documental que también permite hablar de la idiosincrasia argentina y sus relaciones con las instituciones y las estafas.

No se trata solo de un documental de cabezas parlantes, porque el director pone en contexto a los protagonistas. Los indicados para describir los pormenores del robo sino que van a las locaciones reales, ya sea el banco, el caño fluvial o el barrio, para hacer una reconstrucción visual del hecho paso a paso.

Con estos recursos visuales y el carisma de sus protagonistas Los ladrones: La verdadera historia del robo del siglo se convierte en un producto entretenido y revelador que pone a la inventiva en el podio del ingenio nacional.

8.0
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