Mauricio Di Yorio en el cuerpo de un joven que padece la obsesión por la perfección

Hay circunstancias en las que la calma puede ser la previa de una feroz tormenta. Tal como ocurre con David, un adolescente con un imponente cuerpo, que aparenta ser armonioso y resistente, pero que, en verdad, oculta incertidumbres, presiones y tensiones. Y es Mauricio Di Yorio quien se encarga de interpretar a este joven a punto de estallar en el vertiginoso film El perfecto David (2021). Dicho thriller psicológico, dirigido por Felipe Gómez Aparicio, representa su debut actoral en la pantalla grande y le plantea un posible sendero artístico para su vida.

ANIMARSE A LO DESCONOCIDO

“¡Mirá, me llegó un mensaje al Instagram!”. Le comentó años atrás Mauricio Di Yorio a un amigo que estaba con él. El contenido consistía en una foto proveniente de la castinera de María Laura Berch que solicitaba, preferentemente, jóvenes de cierta edad, altura y demás características (que él reunía) para formar parte de un importante proyecto. “¡Pruebo a ver qué onda! Capaz que me va bien…”, pensó Mauricio y respondió que iba a asistir al casting, algo que era completamente nuevo para él, ya que no había tenido experiencias previas vinculadas a la actuación. 

“Al primer casting fui con mi viejo. Dije mi nombre, mi edad, me filmaron y sacaron fotos, y después me hicieron preguntas, pero me pidieron que las respondiera como si fuera el personaje, David. Me habían comentado que era un chico tímido, así que hice lo que más o menos me salió en el momento”, recordó.

Luego, mientras Mauricio estaba de viaje, recibió un llamado en el que le notificaron que querían verlo nuevamente en otra audición. Si bien no llegaba para la fecha pautada, lo esperaban, ya que el director, Felipe Gómez Aparicio, quería verlo, y así fue. Al arribar al lugar, se encontró con otros integrantes del reparto, entre ellos, Umbra Colombo, y se prestó atención a qué tan parecidos eran, ya que ella interpretaría a la madre de David dentro del relato audiovisual.

“Casi un mes después, me llamó la hermana de María Laura Berch y me dijo que había quedado para el papel. Yo estaba tirado en mi cama con el celular y la tele. Cuando me llamó, ya sospechaba que me iban a tomar, sino no se iban a comunicar conmigo. Y cuando me anunció que quedé, estaba re contento, además no me lo esperaba, yo fui a ver qué pasaba”, expresó el joven. 

Y, tras quedar seleccionado, Mauricio se puso en la piel de David, un adolescente que está obsesionado con su cuerpo, que entrena día y noche. Él es inducido por su madre, una artista plástica que busca que su hijo llegue a la perfección en cuanto a las proporciones físicas. Se trata de una historia en la que todo crece: los músculos del chico, sus dudas sexuales y la relación oscura con su progenitora, hasta que, en algún momento, todo explota.

UNA EXPERIENCIA MOVILIZANTE

Si bien el protagonista de El perfecto David no forma parte del fisicoculturismo como su personaje de la ficción, antes de enterarse de la existencia del film había participado del Men's Physique, compitiendo en dos categorías, Junior y Senior, y obteniendo el segundo puesto en ambas. Por lo tanto, ya tenía ciertos conocimientos del marco en el que estaba inmerso David.

Previamente al inicio del rodaje, tuvo ensayos con Felipe Gómez Aparicio y Umbra Colombo, sobre todo en la práctica de determinadas escenas. Asimismo, recibió algunas secuencias de referencia y, día a día, leía lo que debía filmar en las venideras jornadas. Ya en rodaje, el director lo acompañó en cada instancia y le aclaró las diferentes cuestiones y detalles que necesitaba para cada ocasión. 

 “Siempre me gustó ver películas, pero del mundo del cine no tenía idea, además vivo en un lugar alejado y nadie tiene experiencia en eso. Soy de Los Cardales, para la película la productora me ofreció un departamento en Palermo, donde me quedé el mes y medio de rodaje, y los fines de semana volvía a mi casa. Filmaba todos los días diez o doce horas aproximadamente, pero me gustaba, no se me hacía algo pesado. Sí capaz me costaba estar sólo en Capital, alejado de todos mis conocidos, además yo nunca iba para ahí. Y recuerdo que salía de filmar y me iba al gimnasio a entrenar, o cuando teníamos que filmar a la tarde, me levantaba tipo cinco de la mañana, iba al gimnasio y después a grabar”, explicó.

Sobre sus inquietudes al actuar, confesó: “Le tenía miedo al guion, quizás a no acordarme lo que decía, temía sobreactuar las cosas, y que las escenas que eran fuertes, y por ahí tenían algún choque con el personaje de Umbra, no me salieran. Pero, después, creo que me iba soltando e iban saliendo. El director me corregía lo que eran los gestos, me decía 'Mirá para abajo', 'Hacéte el sorprendido', 'Hacé que estás triste', más allá de que yo sabía lo que iba a pasar en la escena, él siempre estaba ahí para decirme qué necesitaba que yo hiciera. Fue algo completamente nuevo, me gustó todo, la gente, cómo se manejan, me trataron súper bien, así que una experiencia muy copada”.

A la hora de elegir cuál fue la escena que más le costó, Mauricio escogió: “En la del barco, en la fiesta con los chicos, David medio que se emborracha, y me tenía que sacar la remera, algo que me daba un poco de vergüenza, encima hacía un frío bárbaro (risas), pero después quedó bastante copada”. Y, en cuanto a la que más disfrutó, seleccionó: “Cuando va a la competencia de los fisicoculturistas, dije '¡Qué copado donde estoy, donde llegué!'. Esa fue la parte que hice medio un clic”.

DETRÁS DEL PERSONAJE

El vínculo del actor con el deporte arrancó desde pequeño, ya que en su infancia jugaba al básquet. Y debía lidiar con ciertas cargadas y comentarios negativos en el colegio referidos a su peso, por lo que, años después, en la adolescencia, hizo entrenamiento intenso en el gimnasio. Y, unos meses antes de cumplir los 18, participó de la competencia Men's Physique, que consistía en posar en short y se buscaba un cuerpo armonioso, sin ir a un extremo.

“Me fascina lo que es ese mundo, pero lo hice una vez sola. Es algo súper complicado por el tema de las comidas, el entrenamiento y demás, muy estricto. Yo llevo una vida sana, entreno, como bien, pero a ese punto, por ahora, no lo pienso volver a hacer, es bastante estricto para mí, y ahora se me complica un poco”, indicó Di Yorio. 

Además, compartió: “En ese momento medio que me aislé, no me quería juntar con mis amigos, quería estar todo el tiempo metido en eso, se me volvía medio complicado también con el laburo (trabaja junto a su padre en una heladería gastronómica). Y tengo una hija, que en ese momento era chiquita, y sentía que no le estaba dedicando todo. Me volví un poco loco con entrenar, todo el día estaba pendiente de eso”.

NUEVAS METAS

El perfecto David tuvo su premiere mundial en el Tribeca Film Festival, en Estados Unidos. A continuación, recorrió el mundo a través del Festival de Cine de Varsovia (premiere europea), la Mostra Internacional de Cine de San Pablo (premiere latinoamericana), el Festival Internacional de Cine de Montelupo – Florencia (donde recibió el Premio a la “Mejor Película Extranjera”) y el Festival OUTshine de Cine LGBT (Competencia Oficial).

En el caso de Mauricio, asistió a la presentación en Brasil: “Cuando empezó la película tenía vergüenza de que me estaban mirando a mí en la pantalla. Y yo no la había visto en cine, así que estuvo muy copado. Cuando terminó la proyección salimos y nos saludamos con productores, directores y otras personas. No caía en lo que estaba pasando”.

A modo de balance sobre el impacto de la película en él, reflexionó: “Representa algo importante en lo que va de mi vida, creo que es el proyecto más importante que hice hasta ahora, primero, porque no me lo esperaba y, segundo, por cómo se fue desarrollando todo y entró en varios festivales. Le tengo fe a la peli, fue una súper experiencia, y si pude trazar otro camino para mi vida… ¡genial! ¡Me encantaría poder seguir!”.