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Crítica de "El coraje de las manos" y la lucha obrera de "El Villazo" en un corto de Amadeo Acero
A partir de una obra de arte realizada por la artista plástica Alicia Laner, el realizador Amadeo Acero rescata en este cortometraje la historia de lo que se conoció como “El Villazo”.
El coraje de las manos (2020) recupera del olvido la épica obrera surgida en la ciudad santafesina de Villa Constitución cuando en 1974 un grupo de obreros metalúrgicos de la fábrica Acindar se levantó contra la burocracia sindical de la UOM que mantenía intervenida la seccional en dicha ciudad. Luego de una huelga de 60 días, los interventores accedieron al reclamo de los trabajadores y se realizaron elecciones libres en la Comisión Interna. El triunfo no fue solo de los obreros sino de todo un pueblo. Una multitud de 12.000 personas festejó la victoria en la plaza San Martín de la ciudad.
Amadeo vuelve sobre el hecho a partir de una obra de la artista plástica local Alicia Laner, ligada a la temática obrera, para profundizar sobre el pasado a través del presente. El cuadro, una pintura que retrata un rostro intervenido por un tejido y que simboliza la lucha, es el recurso poético sobre el que parte un apasionante relato en el que se entrelaza una rígida reconstrucción histórica con la evocación.
El realizador apela a la utilización de material visual de archivo cruzado con la narración del historiador Ernesto Rodríguez -coautor del libro El Villazo. La experiencia de una ciudad y su movimiento obrero (1974-1975)-, y la evocación de Verónica Parada, cuyos abuelos participaron de la gesta. A la vez que Laner trabaja sobre la pintura y sus connotaciones. El análisis histórico y estético se mezclan con los recuerdos personales y familiares. Mientras que la presencia de las manos tras un alambrado, que se repite de manera sistemática durante todo el relato, simboliza la lucha y el coraje por querer cambiar las cosas. Lo personal se transforma en colectivo y lo colectivo en personal.
El coraje de las manos resume de manera compacta, sin artilugios y con solvencia, a través de una búsqueda estética personal, que le rehúye a los lugares comunes, un momento histórico, aunque poco conocido, de la lucha obrera, sindical y social de un pueblo, una ciudad y una nación.
