XVII Encuentro de Cine Europeo - 8 Puntos

Crítica de "Los jóvenes salvajes", imponente film surrealista de Bertrand Mandico

El artista visual experimental Bertrand Mandico, conocido y reconocido por su anárquico modo de presentar sus narraciones en el corto y mediometraje, debuta en el largo con "Los jóvenes salvajes" (Les Garçons sauvages, 2017), imponente film estrenado en la Semana de la Crítica de Venecia.

martes 04 de mayo de 2021

A principios del siglo pasado, en una isla, cinco adolescentes de familias provenientes de la alta sociedad francesa cometen un crimen. Sus padres le pagan una suma importante de dinero al “holandés”, capitán de un barco que les servirá de prisión mientras son “reformados”. Tras varios días de navegación desembarcan en una isla desierta que cambiará sus vidas para siempre y la “reforma” será literal. En ese lugar conocemos a Séverine (Elina Löwensohn), la científica loca creadora de un método de re-educación para jóvenes delicuentes.

Mandico apela a una puesta en escena tan surrealista como lirica para construir un relato audaz y para nada convencional, que se nutre explicitaménte de films como La naranja mecánica o El señor de las moscas, pero también de Cocteau y la avant-garde; Guy Maddin y su puesta nubosa, etérea, sobrepuesta, de las imágenes; del expresionismo de Fritz Lang, y hasta de Querelle, el fascinante opus de Fassbinder.

Un elenco femenino interpreta al grupo de muchachos que luego de cometer un crimen sexual es condenado al exilio en un paraíso hedonista para reformarse. El erotismo, que juega un rol protagónico, es bastante obvio y busca permanentemente la provocación sin límites. La fotografía en blanco y negro, que posee la textura de una película muda sobreexpuesta, suma algunas extrañas escenas en color que la vuelven aún más abstracta.

Los jóvenes salvajes es una película radical, donde más allá de las referencias citadas, tiene una fuerte inspiración en la obra del realizador polaco Walerian Borowczyk, Goto, isla del amor (1969). Ambas películas deconstruyen el totalitarismo: Goto, el de los regímenes políticos, y Los jóvenes salvajes, el de los roles de género. Mandico transgrede esos roles y las ideas sociales predominantes. El simbolismo es fundamental no solo en términos estéticos sino para constituir el debate ideológico en torno al machismo y la violencia que se amalgaman en la masculinidad.

Corriéndose de toda corrección política y disponiéndose a romper con las reglas de los prejuicios, tanto de sus protagonistas como de los espectadores, Los jóvenes salvajes es un mordaz ejemplo de un cine político que propone un futuro signado por una utopía erótico-libertaria de mujer, donde el patriarcado cae, como fruta madura. Un relato críptico donde la metamorfosis se presenta como evolución hacia una persona o un mundo mejor.

8.0
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