Netflix - 5 Puntos

Crítica de “La apariencia de las cosas” terror sobrenatural con Amanda Seyfried

Basada en la novela de Elizabeth Brundage, la película cuenta la típica historia de la casa embrujada pero luego da un giro hacia el drama personal que mantiene en vilo la atención hasta el final.

sábado 01 de mayo de 2021

El matrimonio neoyorkino que componen Catherine (Amanda Seyfried) y George (James Norton) debe mudarse con su pequeña hija a un lejano pueblo campestre. George consigue un puesto de docente de Historia del Arte en la Universidad local y Catherine abandona su profesión de restauradora de arte para acompañarlo. Una noche la niña siente una presencia extraña en la vieja/nueva casa, pero lejos de ser un espíritu maligno se trata de otra cosa asociada al pasado del inmueble. Tal como el título lo indica, nada es lo que a simple vista parece ser en este thriller sobrenatural.

La apariencia de las cosas (Things Heard & Seen, 2021) no va directo al grano sino que se regodea en la descripción de lugares (ambientada a principios de la década del ochenta), personajes (los lugareños sobre todo) y conflictos (la bulimia de ella) para ir poco a poco adentrándonos en el quid de la cuestión. Pero hay varios problemas en el film escrito y dirigido por Shari Springer Berman y Robert Pulcini.  

Por un lado el guion desprende varias líneas narrativas, algunas que jamás retoma. ¿Qué tan importante es la bulimia de ella para la historia que se cuenta? ¿En qué cambia que la historia esté ambientada en la década del ochenta a que esté contada en la actualidad? Por el otro, los efectos especialesevidencian la pobreza de la producción al mostrar las apariciones fantasmales sean de espectros o flashes lumínicos. Y en una historia sobrenatural, la presencia de esa otra dimensión debe estar bien lograda para que entremos en ese universo.

En defensa de la película hay que entender que son productos realizados para un público juvenil como la mayoría de los thrillers estrenados en Netflix (Corre por citar un ejemplo reciente). Esto implica que haya una atracción sexual siempre latente entre los personajes que aquí se da entre George y Willis (Natalia Dyer) y Catherine y Eddy (Alex Neustaedter), y que la dimensión fantasmal tenga fines asociados a los golpes de efecto y no en producir una explicación concreta. Se desprende también un mensaje feminista más en línea con los tiempos actuales que fundamentado en la historia narrada.

En esa línea aparece el veterano F. Murray Abraham como el decano Floyd para darle credibilidad a la conexión esotérica de la trama. Para el target adolescente del film, las relaciones con el espiritismo, la religión católica y la pintura renacentista, entran en la misma bolsa de “lo sobrenatural”, son cosas que no pueden explicarse y por ende irracionales per se.

Anclado en estos elementos, La apariencia de las cosas tiene cierto atractivo, se recuesta en el oficio de de Amanda Seyfired para hacer creíble lo increíble, y en un relato que zigzaguea en sus líneas narrativas pero que -paradójicamente- termina jugándole a su favor, porque genera una intriga latente sobre los acontecimientos. En definitiva, un film a medio camino que brinda un entretenimiento pasajero.

5.0
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