AppleTV+ - 7 Puntos

Crítica de "Wolfwalkers: Espíritu de lobo", animación con mujeres que corren con los lobos

Dirigida por la dupla Tomm Moore y Ross Stewart, el relato propone una mirada diferente hacia el universo infantil y las creencias populares, condimentando con buenas interpretaciones vocales.

jueves 07 de enero de 2021

La nueva propuesta de los estudios Cartoon Saloon (La canción del mar), Wolfwalkers: Espíritu de lobo (Wolfwalkers, 2020), que puede verse en Apple TV+, es una entrañable historia de amistad y amor que conjuga, leyendas, folklore y el espíritu local para universalizar luego su mensaje. 

La joven Robyn (Honor Kneafsey) llega a Irlanda junto a su padre (Sean Bean), para que éste asuma el rol de cazador de lobos en un reino que les teme y a la vez los engrandece con ese miedo a saber qué habrá más allá de los muros de la aldea que habitan.

Reinados por el siniestro Cromwell (Simon McBurney), un déspota que satisface su grandeza a fuerza de explotación pura y malos tratos, Goodfellowe (Bean) acata órdenes e intenta que Robyn se comporte como el “deber ser” lo indica, quedándose en su casa, cumpliendo con las tareas hogareñas, y esperándolo con la comida preparada.

Pero la niña tiene otros planes para ella, asumiéndose como una cazadora, ejercita diariamente el tiro de flecha a escondidas de su padre, y sueña, a lo grande, con aventuras interminables en el bosque, ese espacio prohibido para todos y en donde los lobos desarrollan una vida plagada de excesos y lujuria, o al menos eso es lo que dice Cromwell.

Cuando un día, de manera imprevista, descubre a Mebh (Eva Whittaker), una niña de su misma edad, salvaje, con una larga y frondosa cabellera naranja, nada le haría suponer que el encuentro determinaría un camino oculto, hasta el momento, en el que los lobos serían una parte importante de ella y su identidad.

Pese a las advertencias de su padre Robyn visitará periódicamente a Mebh, hasta que, un suceso sobre la madre de ésta (Maria Doyle Kennedy), inexplicable para aquellos que sólo comprenden los hechos desde la racionalidad, comenzará a tejer una trama en donde la leyenda se convierte en real y esa niña de cabellos naranjas le revelará su verdadera naturaleza e identidad.

Plagada de poesía, de detalles que hacen única cada escena, Wolfwalkers: Espíritu de lobo se aleja de los estereotipos para construir una apasionante historia sobre la vida, la muerte, la amistad como constitutiva de los seres, la alegría, la tristeza y el saber que cada sujeto en la Tierra tiene un plan a cumplimentar más allá de cualquier obligación impuesta por los demás.

Robyn y Mebh se fusionan, se abrazan, se divierten juntas, pero cuando la primera comienza a comprender cuál es su verdadero lugar en el universo, comenzará una lucha dispar entre ambos espacios, el de los lobos, y el de los humanos, hasta que, alguno de los dos ceda como verdadera base de la protagonista.

Acompañada por una banda sonora única, que refuerza los sentimientos que los bellos diseños y escenarios creados para la oportunidad se presentan, Wolfwalkers: Espíritu de lobo es otra lección de animación de un estudio que apuesta a la calidad y los trazos tradicionales, para, de esta manera, convertir en niños a cada espectador que se acerque a la propuesta, un film sobre la vida y la muerte, pero, principalmente, sobre el asumir aquello que se quiere evitar, el afrontar la verdad con sus consecuencias y el atravesar el shock de la primera impresión para luego saber que se ha tomado la mejor decisión.

7.0
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