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Crítica de "Llevo tu nombre grabado", infelices juntos

"Llevo tu nombre grabado" (Your Name Engraved Here, 2020), la película LGBTQI+ más taquillera de Taiwán y la más vista durante el 2020, que se puede ver en Netflix, se ambienta en un colegio secundario durante 1987 cuando se pone fin a la Ley Marcial que restringía las libertades individuales y políticas de los ciudadanos.

Crítica de "Llevo tu nombre grabado", infelices juntos
sábado 29 de julio de 2023

A-Han (Edward Chen) y Birdy (David Hao-Chi Chiu), cuyo nombre hace referencia a la película de Alan Parker de 1984 que narra la historia de dos inseparables amigos, se conocen en la escuela donde estudian y viven internados y donde también integran la banda militar. Durante una clase de natación cruzan miradas y pronto comienzan una amistad que es el inicio de un turbulento romance que por miedo al rechazo y la discriminación reprimen y esconden. Los sentimientos contradictorios, que emanan rabia, frustración y negación, hacen que Birdy inicie una relación con una joven que inesperadamente se transforma en un triángulo amoroso.

Con una sentida complejidad personal, la historia dirigida por Kuang-Hui Liu con guion de Arthur Chu Yu-Ning, está basada en las propias experiencias del cineasta y, si bien, rememora la elegancia visual (y también melodramática) que tiene el cine de Wong Kar Wai, sobre todo en Happy Together (1997), plagada de deliciosos detalles gracias a la cámara preciosista de Yao Hung-i, el mismo de Largo viaje hacia la noche (Di qiu zui hou de ye wan, 2019), Llevo tu nombre grabado mantiene cierto paralelismo con el tono evocador y nostálgico del despertar sexual impuesto por Luca Guadagnino en Llámame por tu nombre (Call Me by Your Name, 2017).

Llevo tu nombre grabado, más allá de sus virtudes cinematográficas y algunas falencias narrativas, por momentos sentimentalista y con golpes de efectos imnecesarios, es un poderoso alegato contra la homofobia y la discriminación, pero también un canto a la libertad de pensamiento y de sentir sin temer a las consecuencias. En una de las escenas, A-Han y Birdy caminan por un puente y ven a una persona protestando con un cartel que dice “la homosexualidad no es una enfermedad”: es Chi Chia-wei, un activista taiwanés que lleva más de 30 años luchando por los derechos LGBTQI+ y a quien la película homenajea.

7.0
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