El problema de la dulce espera

Vida privada

Tamara Jenkins es una directora que podemos definir con dos rasgos característicos: Sus historias giran en torno a dinámicas familiares poco convencionales, y suele tomarse varios años entre un film y el siguiente. En 2007 lanzó La familia Savages (Savages, 2007) y este año presentó en Sundance su más reciente opus llamado Vida privada (Private Life, 2018), film producido por Netflix que también desembarcó en el 56° Festival de Cine de Nueva York.

Vida privada
viernes 12 de octubre de 2018
La historia cuenta en clave DE comedia dramática el derrotero de Rachel (Kathryn Hahn) una escritora de 42 años que junto a su marido Richard (Paul Giamatti) intentan concebir un hijo pasando por todas las formas de tratamiento posible y fallando en cada intento. Cuando les proponen la alternativa de usar óvulos de una donante para intentar la concepción, la pareja recurre a su sobrina Sadie (Kayli Carter), quien acaba de abandonar la universidad e intenta dar rumbo a su vida, en un intento de que todo quede “en familia”. Los problemas comenzarán a acumularse cuando los conservadores padres de Sadie se enteren del plan, al mismo tiempo que Rachel y Richard luchan por mantener a flote su relación durante el agotador proceso.Jenkins hace un trabajo muy inteligente, desangelando por completo el por momentos tortuoso proceso al cual se someten aquellas parejas con problemas para concebir, buscando la ayuda de la medicina moderna y los mejores especialistas para tener la chance de formar una familia. Kathryn Hahn y Paul Giamatti se complementan de forma sumamente efectiva, y sus interacciones frente a la cámara fluyen con naturalidad. Realmente nos venden la sensación de ser una pareja que atravesó miles batallas. Kayli Carter sorprende por su soltura y sorprende descubrir que es prácticamente una actriz amateur a quien recurrió Jenkins a última hora, cuando la primer elección para Sadie se bajó del proyecto inesperadamente.La ciudad de Nueva York funciona como telón de fondo, pero su función no es meramente estética. Las calles, los locales de comida, el tráfico, los taxis y los pequeños departamentos donde viven aquellos que todavía no han podido dar el salto a la casa grande en los tan anhelados suburbios norteamericanos determinan ese espacio donde todo transcurre y se percibe como un personaje más.Tras el paso por festivales, el film producido por Netflix fue estrenado en la plataforma hace unos días, continuando su política de sacar adelante proyectos independientes que en más de una ocasión no aparecen en el radar de los grandes estudios. Una apuesta que abre el juego para otro tipo de historias, que ponen el acento en cuestiones cotidianas que buscan su lugar en la pantalla.
8.0
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