La balada de Buster Scruggs

Un puñado de relatos breves, seis paras ser exactos, situados en el Lejano Oeste, en la época probablemente más salvaje de norteamérica, esos años donde el país empezaba a forjar su historia a fuerza de sangre y balas. Un pistolero histriónico, un ladrón de bancos con mal timming, un buscador de oro y una joven que se aventura en el camino fundador hacia Oregon son algunos de los personajes que dan vida a esta antología, que después de su estreno en salas recalará directamente en Netflix.Los Coen recopilaron relatos cortos que escribieron en los últimos 25 años y su plan inicial era volcarlos en una serie exclusiva para Netflix, pero finalmente se decidieron por una antología. James Franco, Zoe Kazan, Liam Neeson, Tim Blake Nelson, Brendan Gleeson y Tom Waits son algunos de los pesos pesados que participan de las historias.Si bien se percibe un ritmo algo desparejo en el nivel de los relatos, considerándolos en forma conjunta, la acidez de los diálogos sumado a ese imaginario donde lo caótico e imprevisto suele derivar casi siempre en tragedia, marca registrada de los Coen, termina siendo una suerte de hilo conductor. Las zonás más inóspitas de Nebraska y Nuevo México funcionan como telón de fondo para lo narrado, y ciertos ejes temáticos recurrentes en la filmografía de los Coen se las ingenian para decir presente, como la naturaleza violenta del ser humano, la lectura Divina de ciertas cuestiones del azar y la simpatía por ciertos personajes con una moralidad ambigua.Con momentos de humor desconcertante, recreación histórica convenientemente adaptada y reflexiones brillantes sobre la vida, la muerte y el sinsentido humano, La balada de Buster Scruggs es un buen retorno de los Coen a su forma más celebrada tanto por el público y la crítica.