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Crítica de "Secuestro del vuelo 601": Un desafortunado intento de fusionar el thriller con la telenovela

La serie colombiana "Secuestro del vuelo 601" (2024) se propone abordar un suceso histórico de significativa relevancia mediante una narrativa que se sitúa en el cruce entre el thriller y el género telenovelesco. No obstante, sus esfuerzos resultan insuficientes para sostener una coherencia narrativa que perdure a lo largo de la totalidad de la obra.

martes 16 de abril de 2024

Secuestro del vuelo 601 relata la intrépida travesía de Borja (Valentín Villafañe) y Solano (el argentino Alain Devetac), quienes se lanzan a la osada empresa de secuestrar un vuelo doméstico de la aerolínea colombiana AeroBolívar. A pesar de la aparente desproporción entre sus recursos —tan solo armados con una pistola y una metralleta— y la magnitud de su objetivo, estos individuos logran sembrar el caos y la tensión en la aeronave, manteniendo en vilo a los pasajeros y la tripulación durante todo el trayecto. Su osadía desencadena una serie de eventos impredecibles que desafían las expectativas y llevan a los involucrados al límite de sus capacidades físicas y emocionales.

A pesar de la prometedora premisa inicial que sugiere una experiencia inmersiva y tensionante a bordo de una aeronave secuestrada, la realización de la serie adolece de múltiples deficiencias. La trama, anclada en eventos históricos ocurridos en 1973, se ve comprometida por una sucesión de decisiones narrativas discutibles y una insuficiente profundización en la caracterización de los personajes.

Aunque el elenco está compuesto por actores talentosos como Mónica Lopera, Ángela Cano, Christian Tappan y Johan Rivera, sus interpretaciones no logran rescatar una trama que oscila de manera constante entre momentos de suspenso y la telonevela superficial. La decisión de enfocarse en las perspectivas de dos azafatas tratando de eludir a sus captores podría haber sido intrigante, pero lamentablemente carece de convicción en su ejecución.

Además, la serie sufre de una falta de dirección clara, lo que resulta en una narrativa inconsistente que deja al espectador desconcertado en cuanto al tono y la intención de la historia. En lugar de mantenerse fiel al thriller que promete, la serie se pierde en subtramas melodramáticas que restan credibilidad y suspenso a la historia principal.

Creada por Pablo González y Camilo Salazar Prince, Secuestro del vuelo 601 es una oportunidad perdida para abordar un evento histórico de manera efectiva. A pesar de contar con una premisa interesante, la serie falla en mantener una narrativa coherente, dejando al espectador desconcertado.

4.0
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