Crítica de “Ripley”: una grata sorpresa del talentoso Sr. Zaillian

Desde Better Call Saul, ninguna serie había explorado con tanta minuciosidad la psicología de un personaje maldito como lo hace Ripley (2024). Esta producción dirigida y escrita por Steven Zaillian (The Night Of) se sumerge en la ambigüedad propia del cine negro, utilizando sus luces y sombras para arrojar luz sobre la evolución de un embustero y estafador que se convierte en un delincuente peligroso para la sociedad.

Zaillian no sólo explora esta transformación a través del guión, sino que también lo hace de manera visualmente impactante, con una recreación lúgubre de la Costa Amalfitana en la década del sesenta. Los espacios son descriptos con planos detalles de los objetos que componen la puesta en escena al estilo Scorsese. Ángulos extraños, puestas de cámara atípicas, iluminación contrastada, generan un extrañamiento del tiempo y el espacio. Cada imagen es cuidadosamente compuesta para invitar al espectador a adentrarse en el mundo interior del protagonista y comprender las complejidades que lo llevan por el oscuro sendero del crimen.

En la trama, Tom Ripley (Andrew Scot) recibe un enigmático encargo: viajar a Italia y persuadir a Dickie (Johnny Flynn), un amigo de la infancia, para que regrese a Estados Unidos. Este viaje no solo le brinda la oportunidad de cumplir su tarea, sino que también le permite sumergirse en una identidad alternativa, una habilidad que Ripley practica a diario para mantenerse oculto. Sin embargo, lo que parece ser una misión simple desencadena una serie de eventos que revelan la verdadera naturaleza de Ripley. El fraude, el engaño y, en última instancia, el asesinato, marcan el camino de este personaje hacia un torbellino de crimen y corrupción.

La miniserie abandona el imaginario publicitario y seductor de la película de Anthony Minghella con Matt Damon y Jude Law, para ingresar en una atmósfera marcada por la desconfianza y el desencanto. El actor irlandés Andrew Scott (conocido por Todos somos extraños) realiza un trabajo introspectivo que dota de matices a su enigmático personaje.

Ripley se destaca como una grata sorpresa en el catálogo de Netflix. A lo largo de ocho episodios, la producción se sumerge en la psicología oscura de su protagonista, ofreciendo una experiencia que va más allá de lo superficial y se adentra en los rincones más sombríos de la naturaleza humana.