Crítica de “Gen V”, el spin off del universo de “The boys’” con el mismo humor psicópata y morboso

Conectar con una serie ya no es tarea fácil. Esto se debe, en parte, a una limitación de tiempo y una sensación de agotamiento. Ha sido un año repleto de estrenos, tanto de películas como de series, lo que ha dificultado la capacidad de sorpresa del público. Sin embargo, el universo de “The Boys” ha demostrado ser una excepción a esta tendencia, con su mezcla perfecta de ironía, sangre, superpoderes y gore.

Creada por el mismo equipo de The Boys, Gen V ha heredado esta chispa que personalmente me encanta. La serie comienza con una ambición desmedida, dispuesta a superar a su producto original. Conserva el mismo tono de humor psicópata y morboso, con escenas bien ejecutadas y personajes interesantes en desarrollo y trasfondo. Además, presenta poderes muy curiosos y originales.

A pesar de no ofrecer nada novedoso per se, Gen V demuestra que no es necesario reinventar la rueda para tener éxito. ¿Por qué buscar algo nuevo si lo que ya se hizo funcionó de maravilla? Sin embargo, donde la serie falla es en cerrar la trama principal de una manera explosiva, como supo hacerlo The Boys. La historia va de más a menos, comenzando muy bien, desarrollándose mejor, entrelazando los relatos de una manera muy convincente, pero sin tener el mejor criterio sobre cómo cerrar todo lo que abre.

Sin embargo, disfruté re-conectándome con el universo, con los personajes y con una serie nuevamente. Sin embargo, esperaba más del cameo final. Con la segunda temporada ya confirmada desde mediados de octubre, esta sátira asegura un universo amplio, constituido por las tres ya emitidas de la serie matriz, sumada a la cuarta en camino y las dos, por ahora, de su spin off.