Crítica de "Nos conocimos en la realidad virtual", Joe Hunting nos sumerge en el mundo paralelo

El documental se desarrolla en el contexto de VRChat, un espacio virtual que ha cobrado relevancia, especialmente durante la pandemia de Coronavirus, al permitir a las personas socializar y relacionarse sin salir de sus hogares.

Nos conocimos en la realidad virtual, que debutó en el prestigioso Festival de Cine de Sundance, ofrece un retrato auténtico y directo de la vida cotidiana de diversas personas que han construido sus vidas en este entorno virtual. A través de la observación de sus actividades diarias, como citas en parques de diversiones, partidas de billar, bodas y celebraciones de Año Nuevo, el director captura la belleza de las interacciones humanas, revelando a los espectadores la humanidad detrás de los avatares y quimeras virtuales.

Uno de los hilos narrativos centrales del documental sigue la relación romántica entre una mujer del Reino Unido y un usuario de VRChat en Miami. Este relato destaca cómo el mundo virtual ha influido en su vida real, proporcionando apoyo durante momentos difíciles, como la pérdida de un ser querido y la lucha contra el alcoholismo. A través de esta historia y otras, el documental destaca el poder de la conexión en línea en un mundo aislado.

Si bien Nos conocimos en la realidad virtual resulta relevante en el contexto de nuestras crecientes interacciones virtuales, especialmente durante el confinamiento, también plantea interrogantes sobre su futuro y su eventual transición hacia la realidad cotidiana. Hunting nos invita a reflexionar sobre el impacto de la tecnología en nuestras relaciones humanas en un mundo cada vez más digitalizado.