Crítica de "Scream 6", homenaje y frescura para revitalizar a Ghostface

"¿Cuál es tu película de terror favorita?" es una de las frases más emblemáticas del cine de terror. Desde Drew Barrymore corriendo y engañando a todos por su precipitada muerte, la franquicia de Scream nos acostumbró a las sorpresas. Veintisiete años después de la original, Scream 6 (2023) demuestra que se puede homenajear lo ocurrido en el pasado y adicionar frescura y originalidad.

La historia se sitúa luego de los acontecimientos vividos en Scream 5 (2022) en donde Sam, Tara y sus amigos Chad y Mindy dejan Woodsboro para instalarse en Nueva York. El motivo es claro: alejarse del pueblo que Ghostface atemoriza. Lo que ellos no pensaron es que el terror también podría llegar a La Gran Manzana y, a ciudad más grande, mayores serán las complicaciones.

Con el regreso de miembros de las entregas anteriores como Gale (Courtney Cox, la única que está en todas las películas) y Kirby (Hayden Panettiere, quien regresa luego de la entrega del 2011), junto a jóvenes personajes interpretados por figuras emergentes llenas de energía (Melissa Barrera, Jenna Ortega, Samara Weaving, Liana Liberato), Scream 6 es un paso adelante para la franquicia. En Woodsboro la historia parecía limitada y, por momentos, pecaba de repetitiva. Al abrirse, al tener a Ghostface transitando Nueva York con el cuchillo afilado, los realizadores ganan escenarios (el Central Park, los subterráneos), nuevos personajes y aire para el futuro.

Uno de los riesgos que suponía el abandonar el mítico pueblo ficticio era el de alejarse de esa atmósfera que tan bien supo impregnar Wes Craven. El gran acierto de la película realizada por Matt Bettinelli-Olpin y Tyler Gillett, sus directores, es aprovechar esta sexta parte para elevar todo a mayor escala. Más muertes (y más violentas). Más sangre. Más personajes. Más giros de guión. Más intriga. La nueva Scream revitaliza el género y vuelve a ser ese ejercicio de meta cine con tintes humorísticos que tanto adoramos.

Sorprendentes y entretenidas, sus más de dos horas conjugan un espectáculo sangriento que hará, una y otra vez, asombrarnos frente a la pantalla. Scream 6 es un viaje a lo conocido, al amor por el cine de terror (y, por sobre todo, al slasher), sin dejar de lado la necesidad actual del espectador, su diversidad y la promesa de buenas historias.

En un futuro, seguirán desfilando personajes que combatan a Ghostface. Estos, y tal como pasó en las partes anteriores, se sacrificarán por la franquicia. "Luke Swywalker se sacrificó y Star Wars siguió. Tony Stark hizo lo mismo por el Universo Cinematográfico de Marvel.", comenta el personaje de Mindy durante la película. Ejemplos ciertos que confirman que en Scream todo es descartable y que hay solo un imprescindible: aquel que porte esa máscara, su voz (siempre a cargo de Roger L. Jackson) y la voraz manera de matar. ¡Larva vida a Ghostface!