Participa del film dirigido por Sebastián Rodríguez

Con carisma y talento, Benjamín Otero protagoniza su “Camino al éxito”

Tras su elogiado debut en “Hoy se arregla el mundo”, el actor de 12 años regresa a la pantalla grande a través de una emocionante road movie. “Cuando mi mamá me contó que había quedado para la película, me puse re contento, también porque mi personaje jugaba a la pelota”, recordó.

Con carisma y talento, Benjamín Otero protagoniza su “Camino al éxito”
lunes 26 de septiembre de 2022

Durante la infancia aparecen los primeros anhelos en la vida de una persona, y pueden estar direccionados a múltiples sentidos. Por ejemplo, hay dos niños bonaerenses de 12 años que ya han descubierto sus deseos iniciales y van tras sus concreciones. Uno de ellos es el deportista y habilidoso Enzo, quien fantasea con convertirse en un gran jugador de fútbol y vive en el marco de la película de ficción Camino al éxito (2022), escrita y dirigida por Sebastián Rodríguez. Mientras que, el otro, es el joven actor Benjamín Otero, que aporta su carisma y talento al interpretar a dicho personaje y, a su vez, crece artísticamente proyecto a proyecto, fortaleciendo su sueño.

EL SENDERO HACIA LA AVENTURA

Un trailer fue la puerta de entrada de Benjamín al filme Camino al éxito. Es que cuando el director del largometraje vio el avance de la película Hoy se arregla el mundo, dirigida por Ariel Winograd y protagonizada por Leonardo Sbaraglia y Otero, decidió convocar al niño. Verónica Souto le hizo un casting vía Zoom, ya que en ese momento continuaba la emergencia sanitaria a raíz de la pandemia del COVID-19. Al día siguiente de la audición, llegó la ansiada noticia. “Mi mamá me contó que había quedado, me puse re contento, también porque mi personaje jugaba a la pelota”, recordó el actor con alegría. 

La ópera prima de Rodríguez comienza con un firme objetivo de Hugo (Sergio Prina), que consiste en abandonar su pueblo natal para siempre. De pronto, un cazador de talentos (Mariano Argento) llega al pueblo y observa a Enzo, el sobrino de Hugo, por lo que le propone llevar al chico a una prueba en un importante club de Buenos Aires. A raíz de la oferta, tío y sobrino se largan a la ruta en pos de sus propios destinos contrapuestos.

El filme, que se enmarca en el género de road movie (película de carretera), se rodó a lo largo de tres semanas, durante el invierno del 2021, en diferentes sitios de la provincia de Buenos Aires, entre ellos, la ciudad de Mercedes.

Me gustó mucho poder probar con otros actores, ya que yo había hecho solamente una película y en ella hubo mucha amistad, entonces creía que eso pasaba solamente ahí, porque era especial. Y, en realidad, siempre son todos copados, en todo sentido”, valoró.

ENTRE LA CANCHA Y LA RUTA

Al inicio del proyecto, el principal conocimiento que Otero tenía sobre Enzo era su pasión por el fútbol. Luego fue recibiendo mayor información sobre el pequeño de la ficción cinematográfica, y lo preparó a partir de las lecturas del guion que hizo junto a su madre Camila, las prácticas con la coach Victoria, las indicaciones del director Sebastián, y las interacciones con los demás actores -y sus respectivos personajes-.

Sobre los puntos en común y de distancia con Enzo, señaló: “En la mayoría de las cosas somos distintos. Lo que encontré parecido es que juego a la pelota. Yo empecé a los cuatro años, después jugué en diferentes momentos y estuve en diferentes clubes de barrio. Además, probé distintos deportes, como tenis, handball y educación deportiva. En este momento estoy haciendo handball, fútbol, por ahora, lo dejé”.

Asimismo, sobre su vínculo personal con el deporte central del largometraje, rememoró: “Les había dicho a mis papás que quería jugar al fútbol, se me dio por eso. Seguramente habrá sido porque en el colegio escuchaba mucho que todo el mundo hablaba de eso, entonces yo quería ver qué era. Normalmente jugaba de delantero”.

DE LA IDEA ABSTRÁCTA A LA OBRA AUDIOVISUAL

El joven protagonista de Camino al éxito recordó que, más allá de las diversas escenas que contiene la película, no hubo necesidad de repetir muchas. Y sobre la singularidad de rodar el relato de manera no cronológica -en relación a cómo se ve una vez terminado- aclaró que no le representó una dificultad, de hecho, le generó mayor intriga por saber cómo sería el resultado final de la obra audiovisual.

La secuencia que más le gustó hacer fue aquella en la que jugaba al fútbol con otros chicos de su edad, mientras que la que le pareció más desafiante fue la que Enzo acompañaba a Hugo a la residencia de su tío, interpretado por Germán de Silva, y los personajes protagónicos debían atravesar una serie de obstáculos.

“Cuando vi la película ya terminada en mi casa me pareció buena, pero, cuando la volví a ver en el cine, ¡me gustó un montón más!”, destacó Benjamín. A su vez, explicó sus sensaciones como espectador en una sala cinematográfica: “Me gusta sentarme y ver en la pantalla la película como si fuera una cosa de la vida real, ¡es bastante divertido! Aunque sea actor de esa película me pasa casi lo mismo, porque me estoy metiendo en la vida de otra persona, o por lo menos es lo que yo siento”.

Partiendo del título del filme dirigido por Sebastián Rodríguez, el actor reflexionó sobre cuál es uno de sus grandes sueños: “Creo que es actuar y poder llegar a ser mucho más de lo que soy ahora, por ejemplo, sería ganar un premio Óscar, o cosas así”.

EL RECUERDO DE “HOY SE ARREGLA EL MUNDO”

La comedia dramática que debutó este verano en salas de cine sigue a David Samarás, “El Griego” (Sbaraglia), que es el productor general de un popular talk show, y el lazo más perdurable de su vida es Benito (Otero), su hijo, fruto de una relación ocasional. Sin embargo, la historia cambia cuando en medio de una fuerte discusión con Silvina (Natalia Oreiro), la madre del chico, se entera de que el niño no es su hijo. Poco tiempo después ella muere, y el pequeño conoce la verdad. “El Griego” y Benito emprenden una búsqueda que los lleva a una encrucijada mucho más grande que la que salieron a enfrentar.

“Fue una película muy linda, con gente muy copada. Me gustó también haber sido otra persona, como si viviera otra vida”, transmitió con alegría. Y sobre el posterior estreno del filme en Netflix, expresó: “Fue bastante emocionante porque, de cierta manera, es impensable. Siempre ves en Netflix a la persona famosa que está en esas películas muy conocidas y pensás qué se sentiría ser ella, y después serlo, es muy raro, ¡pero se siente muy bien!”.

APRENDIZAJE CONSTANTE

Desde temprana edad Benjamín demostró ser desenvuelto, extrovertido e interesado en las artes, de hecho, en los cumpleaños siempre se ponía a bailar y cantar. Hasta que, un día, cuando tenía cuatro años, una profesora de la colonia a la que asistía le contó a su mamá sobre el show que había hecho en el escenario, y le sugirió que lo llevara a algún lugar artístico. Si bien Camila no conocía a alguien vinculado a ese mundo, su hermana sí sabía quién hacía castings, por lo que, de esa manera, se abrió una de las primeras puertas. Luego, Otero hizo una sesión de fotos junto al actor Benjamín Vicuña y, más tarde, fueron apareciendo publicidades y ficciones.

Aunque formó parte de campañas de varias marcas, hay una publicidad de un banco que no solo contó con la participación del actor hace casi una década y, nuevamente, este año, sino que, a su vez, en ambas ocasiones, estuvo acompañado por Iván de Pineda. “En la primera tenía cinco años y ahora tengo doce. Yo no me acordaba mucho de él, y él no se acordaba mucho de mí, así que fue como si nos volviéramos a conocer”, comentó.

Además, integró la telenovela Las Estrellas, el thriller cinematográfico Perdida, y aguarda el estreno del filme Lennons, dirigido por José María Cicala. También experimentó, meses atrás, el mundo del podcast, ya que interpretó al narrador de Decisiones desparejas, la ficción sonora escrita y dirigida por Azul Lombardía y Lucas Mirvois.

En torno a este último proyecto resaltó: “¡Fue una de las cosas más divertidas que hice! Grabamos en un estudio. A mí me gusta mucho leer, y también me divirtió que usáramos los instrumentos del lugar. Para eso me recomendó María Laura Berch (que había sido la directora de casting de Hoy se arregla el mundo)”.

Respecto a su crecimiento artístico, el joven actor, que actualmente cuenta con la representación de Arturo Villanueva, planteó: “Aprendí a actuar mejor. Porque uno no nace sabiendo, y aunque tenga un don, o lo que sea, va mejorando, como cualquier persona en otra cosa”. Por último, proyectó: “Me gustaría doblar dibujitos y hacer teatro”.

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