Crítica de "La escuela católica", un caso de masculinidad tóxica que recuerda al crimen de Fernando Báez Sosa

La escuela católica (La scuola católica, 2021) se basa en un hecho real sucedido en el año 1975 y conocido como “la masacre del Circeo”. La noche del 29 de septiembre tres chicos romanos de clase social acomodada —Angelo Izzo, Gianni Guido y Andrea Ghira— seducen a dos mujeres jóvenes, Donatella y Rosaria, habitantes de los barrios más bajos de la ciudad, y las llevan a una lujosa casona junto al mar. Allí son torturadas y violadas durante varias horas, para luego ser abandonadas en el baúl de un auto en plena zona residencial de Roma. Sólo una sobrevive. Un caso, que, salvando las distancias espacio-temporales, se asemeja al ocurrido en una discoteca de Villa Gesell, cuando un grupo de jugadores de rugby golpea y mata a un adolescente sin razón alguna. Una violencia inexplicable, pero donde el pasado familiar, los valores y el clasismo están asociados al crimen.

Albinati, el autor del libro de 1200 páginas y con un estilo narrativo que atraviesa diferentes géneros, asistía al colegio con los tres chicos involucrados en el aberrante hecho. Pero no escribió sobre la masacre, sino que buscó retratar la cotidianidad de entonces en el colegio católico, describiendo la transición de adolescentes a asesinos. A través de la voz en off, Edoardo (Emanuele Maria Di Stefano), reconstruye las contradiccines de una educación edificada sobre la persuasión, la amenaza y el castigo, inculcando valores cristianos sobre aquellos que experimentan la violencia como una forma de vida.

La estructura narrativa, que busca construir un vínculo entre pasado y presente en un ir y venir temporal permanente, comienza con un plano del auto, gritos de una mujer que salen del baúl y un joven caminando por un barrio de Roma. Luego la acción pasa a los seis meses anteriores al hecho, cuando un grupo de chicos del penúltimo año de bachillerato están semidesnudos en una clase de gimnasia del colegio. Se observa que la violencia entre alumnos y sacerdotes está naturalizada y plagada de estereotipos sexistas y homoeróticos.

Con un elenco que incluye a jóvenes actores como Giulio Fochetti, Leonardo Ragazzini, Alessandro Cantalini, Andrea Lintozzi, Guido Quaglione, Federica Torchetti, Luca Vergoni, Francesco Cavallo, Angelica Elli, Beatrice Spata y Giulio Tropea, junto nombres consagrados como Valeria Golino, Riccardo Scamarcio, Jasmine Trinca, Benedetta Porcaroli, Giulio Pranno, Fausto Russo Alesi, Fabrizio Gifuni y Valentina Cervi, La escuela católica falla al no lograr establecer con solidez la relación entre la escuela católica del título con la violencia que emana de sus entrañas. Algo que el libro establece con una justificada y fina precisión.