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Crítica de “Un héroe”, el neorrealismo iraní según Asghar Farhadi

El director de “La separación” representa algunas ideas de “Ladrones de bicicletas” con la historia de un ex presidiario que pasa de ser héroe a paria social de la noche a la mañana.

lunes 11 de julio de 2022

Farhadi regresa después de la producción española-francesa-italiana Todos lo saben (2018) a su Irán natal para contar una historia bien local, donde los rasgos culturales (el hermano varón que debe avalar el matrimonio de su hermana en la ausencia del padre, por ejemplo) o legales (el protagonista está preso por tener deudas) marcan la raíz identitaria del conflicto. Tampoco faltarán en el derrotero de Rahim (Amir Jadidi) problemas con la burocracia estatal o con la religión dando un peso fundamental a los dilemas éticos-morales planteados por la película.

Rahim acaba de salir de prisión de manera condicional y, para mantener su libertad, debe conseguir un trabajo que le asegure a su acreedor, su ex cuñado Bahram (Mohsen Tanabandeh), que le devolverá el dinero prestado. Por su condición no consigue empleo y la ayuda de sus familiares o su novia Farkhondeh (Sahar Goldust), no es suficiente. Ella aparece con un bolso lleno de monedas de oro que su acreedor no acepta, y a él se le ocurre una idea: hacer pasar el bolso por perdido para luego recuperarlo y así limpiar su imagen. Pero nada sucede según lo planeado. Rahim se convierte en héroe nacional gracias a su buena acción viralizada en las redes sociales, con la misma velocidad que termina siendo juzgado por la veracidad de su acto.

Pero como en Ladrón de bicicletas (Ladri di biciclette, 1948), el clásico neorrealista de Vittorio De Sica, la suerte no acompaña al protagonista. Una mujer se hace pasar por la dueña del bolso perdido y desaparece con el dinero, mientras que su versión de los hechos empieza a ser cuestionada por todos, menos por su pequeño hijo. Una suerte de reversión del film italiano en tiempos de redes sociales.

Ganadora del Gran Premio del Jurado del Festival de Cannes, Un héroe (A Hero, 2021) también habla de la importancia de los valores sociales en tiempos de crisis económicas. En el film todos juzgan con saña los actos del prójimo generando un show mediático y olvidando la humanidad detrás de cada individuo. Apoyarse en el otro para salir adelante se torna esencial en este universo de carencias económicas y afectivas.

Además el concepto visual del film refuerza su discurso. Su protagonista sigue preso estando libre como la imagen demuestra en cada plano (siempre vemos a Rahim detrás de vidrios y rejas), del mismo modo que está condenado antes de declarar.

Farhadi hace de este modo un alegato político al criticar a su nación, aunque con la capacidad de universalizar su discurso. Un relato contundente y por momentos angustiante, basado en una historia real, que enhebra una lección moral sobre los valores sociales en cuestión.

8.0
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