Crítica de "7 Prisioneros", trata de personas y corrupción sistémica en la Brasil de hoy

Alexandre Moratto (Socrates, 2018) ofrece un crudo relato sobre la trata de personas y el trabajo esclavo a partir de la historia de un joven muchacho captado por una red que descubre que es más fácil convertirse en un eslabón más de la misma que tratar de salirse de ella.

7 prisioneros (7 prisioneiros, 2021), que tuvo su estreno en la Mostra de Venecia 2021, se centra en Mateus (Christian Malheiros), un joven de una zona periférica de Brasil, con dificultades económicas, que vive con su madre y hermanas. Alguien que conoce le ofrece un trabajo en San Pablo, ciudad ubicada a cinco horas del paraje rural, y Mateus parte rumbo a la ciudad en una camioneta junto a otros tres muchachos de la zona con más sueños que dinero en sus bolsillos. Cuando arriban a la gran ciudad los aguarda Luca (Rodrigo Santoro), encargado de un corralón de desguace quien les retiene sus documentos. Los días pasan y los contratos prometidos no existen, tampoco la paga y cuando se revelan descubren que en realidad son prisioneros y están en el infierno. Mateus se convierte en líder del grupo y poco a poco también en la mano derecha de Luca, algo que lo colocará en un lugar de privilegio. El problema es que esa decisión conlleva un dilema moral.

Coescrita junto a Thayná Mantesso, de un modo narrativo y visual que recuerda a la serie Un gallo para Esculapio (2017-2018), 7 prisioneros, que revela, poco a poco, la mecánica que vuelve a la corrupción, no sólo organizada, sino sistémica y reproducible, opera bajo opresores niveles de tensión dramática, presentando una serie de personajes multidimensionales y moralmente complejos. No utiliza metáforas ni giros narrativos innecesarios para describir la realidad, sino que desarrolla los hechos de una manera cruda y comprensible, mostrando un mundo real y tangible.

Moratto retrata de manera solvente, sin maniqueísmos y evitando la estilización visual de la miseria,  dinámicas sociales sobre el poder y la corrupción en donde demuestra que es más fácil ser devorado por el sistema antes que cambiarlo, y lo hace a partir de un ejemplo concreto, donde aborda la complejidad que avala este tipo de abusos sin concesiones ni regodeos. 7 prisioneros se cuenta evitando todo efectismo, directa y en la piel de su protagonista.