Crítica de "Vinterviken", no todas las películas suecas son buenas

La nueva versión también está ambientada en Estocolmo, pero durante 2021, y cuenta la historia del amor imposible entre John-John y Elisabeth, dos jóvenes que viven en la misma ciudad aunque en mundos distintos.Todo se les opone. Hasta el día en que ambos forman parte de la misma clase de teatro.

Dirigida por Alexis Almström y protagonizada por Elsa Öhrn y Mustapha Aarab, esta historia de amor adolescente, con toques shakesperianos, entre un hijo de inmigrantes sueco-marroquí y una joven de clase acomodada, focaliza en las diferencias que los separan y las similitudes que los unen. Por un lado, la realidad socioeconómica y cultural que hace que sus vidas sean opuestas, mientras que por el otro, la problemática familiar en la que ambos se encuentran sumergidos los emparenta.

La narrativa, con estructura clásica, se vuelve inconexa y abre una serie de historias paralelas que no hacen más que dejar cabos sueltos en el entramado final. Mientras que desde lo ideológico la apuesta es caer en todos los estereotipos clasistas. Los pobres son los delincuentes y los ricos los que hacen todo más o menos todo bien, más allá de que están pintados con algunos rasgos de soberbia, ambición y prejuicios propios de la clase a la que pertenecen.

Lo interesante en Vinterviken, y tal vez lo único, es que se muestra una Estocolmo diferente a la que muchas veces se trata de instalar desde ciertos lugares con respecto a los países escandinavos. Almström recorre con su cámara una ciudad dividida entre pobres y ricos, una ciudad donde algunos pocos tienen privilegios y otros tantos son excluidos del sistema. Una temática interesante, pero que se embarra subrayando como la clase más marginal desaprovecha las oportunidades. Poniendo a todos en la misma bolsa y sin ningún tipo de matiz.

Previsible hasta en sus más mínimos detalles, esta producción sueca, lejos de la tradición cinematográfica de ese país, le escapa a la sutileza y al efecto sorpresa para redundar en la obviedad. Vinterviken es una película más del montón sobre adolescentes cruzada con drama social, sin riesgo ni originalidad, cargada de demasiados clisés, lugares comunes y con muy poco (o nada) para rescatar.