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Crítica de “¡Patos!”: la película familiar que se anima a luchar por el proteccionismo animal
Dentro de la extensa lista de películas animadas protagonizadas por aves de todo tipo, que comparten como denominador común este elemento, llega "¡Patos!" (2023), una película que, a primera vista, no parece prometedora, pero que esconde un gran corazón y un fuerte deseo de expresar una crítica social bastante explícita, algo que no ha tenido tanta relevancia en otras películas del género.
Después de que una familia de patos migratorios desciende en su estanque y comparte emocionantes historias de lugares lejanos, la familia Mallard, compuesta por Pam, Mack, Gwen y Dax, decide emprender un viaje familiar que los lleva desde Nueva York hasta la tropical Jamaica. Sin embargo, lo que estos patos no esperaban era que...
Antes del inicio del metraje, se puede apreciar Mooned (2023), un breve cortometraje de apenas 9 minutos de duración. Este corto utiliza una simple alegoría sobre la locura de su protagonista y un humor bastante básico y reiterativo para seguir la vida de Vector, el villano de la primera entrega de Mi villano favorito (Despicable Me, 2010, después de los eventos que lo llevaron a vivir en la luna.
Originalmente, la trama de Patos presenta un concepto de road movie que aborda la migración, haciendo referencia a lo que realmente hacen las aves, mientras se entrelaza con un mensaje de unión familiar y de enfrentar el miedo al salir de la zona de confort. Sin embargo, cuando la película debe aplicar estos conceptos en su desarrollo, lo hace de una manera bastante peculiar. Aunque cuenta con un ritmo vertiginoso y una excelente presentación de personajes que logra que el espectador se encariñe con ellos, la aventura de la familia Mallard comienza con todos estos recursos agotados y con una nula esperanza de que la trama remonte. Sin embargo, tras varias secuencias ocurridas poco después de su llegada a Nueva York, la cinta da un giro de 180 grados y se convierte en una película de supervivencia con una fuerte crudeza, guiada por un mensaje a favor de la liberación de aves y una crítica a esta práctica. Esta crítica, que en momentos roza lo explícito, hace un importante hincapié en el proteccionismo de animales, tema que supera la simple base de road movie establecida desde un principio para captar toda la atención del espectador y generar conciencia en él.
En cuanto al guion, presenta un humor con un doble sentido muy marcado para resaltar la ya mencionada crítica, conteniendo punchlines bastante ingeniosos y evitando caer en las bromas tan reiterativas que se observaban en el cortometraje Mooned.
A diferencia de otras películas protagonizadas por aves, Patos tiene la virtud de contar con un diseño de animación y de personajes muy limpio y correcto. Aunque no se aleja del patrón, se puede notar el gran trabajo detrás para que estos patos tengan un diseño agradable a la vista del público, con cierto realismo en su paleta de colores y rasgos muy notorios en sus rostros que diferencian a cada personaje y los convierten en seres muy expresivos.
¡Patos! se manifiesta como una pieza muy interesante con un gran mensaje sobre la importancia de la unión familiar. Su contexto, dentro de lo que su universo permite, es bastante realista, y con una impactante y adecuada vuelta de tuerca para los tiempos que corren. Con personajes extremadamente carismáticos y agradables, y un ritmo adecuado para su duración, logra cautivar tanto al público infantil como a la audiencia más adulta.
