Crítica de "Jaque Mate": Adrián Suar como un Ethan Hunt criollo en una "Mision Imposible" para el olvido

La trama sigue a Duque, interpretado por Suar, un agente secreto que regresa a la acción después de retirarse debido a la muerte de su hermano. La motivación de salvar a su sobrina secuestrada lleva a Duque a reunir a su viejo equipo para infiltrarse en un laboratorio en Mendoza y así robar una valiosa fórmula científica. La premisa es interesante, pero la ejecución carece de originalidad y se ve afectada por giros predecibles (por no decir, bizarros e incoherentes).

A pesar de la superproducción visual, las persecuciones y las escenas filmadas en diversos lugares de Argentina y otros países, Jaque Mate no logra ocultar sus defectos. La dualidad entre lo caricaturesco y la solemnidad con la que la película aborda su trama se vuelve un elemento central. La cinta fluctúa entre momentos humorísticos y otros en los que parece adoptar un enfoque demasiado serio en su propia narrativa.

Suar, en su intento por encarnar a un Ethan Hunt criollo, y Jaque Mate, aspirando a convertirse en una suerte de saga iberoamericana al estilo de Misión Imposible (hasta en el afiche promocional), buscan integrarse a un género cinematográfico ya consagrado. Sin embargo, esta ambición se desvanece hacia una versión de calidad inferior, adoptando una apariencia de imitación burda. Mientras la película anhela encontrar su identidad internacional, termina semejándose más a un reflejo deslucido de las producciones cinematográficas argentinas "clase b" de las décadas del '70 y '80, evocando a Los Superagentes y Brigada Explosiva.

Aunque el elenco internacional es diverso y cuenta con figuras reconocidas como José Eduardo Derbez, Mike Amigorena, Diego Cremonesi, Charo López y Tsahi Halevi, la química entre los personajes parece forzada. La historia no logra aprovechar completamente el potencial de su reparto y termina presentando actuaciones que, en su mayoría, resultan acartonadas. Solo Benjamin Amadeo destaca con una creación a lo División Palermo, mientras que el resto parece interpretar personajes a desgano o por obligación.

Jaque Mate busca revolucionar la comedia de acción, pero se queda en el intento. A pesar de sus esfuerzos estéticos y un elenco internacional, termina cayendo en su propia trampa. Aunque puede tener momentos entretenidos, en general, no cumple con ninguna expectativa (si es que las había).